De Paco Camps A Ángel Luna

A estas alturas de la pelcula, uno ya no pone la mano en el fuego por ningn poltico

. Lo hizo en su momento Felipe Gonzlez por Mariano Rubio y ya ven: casi nada ms hacerlo el ex gobernador del banco de Espaa fue a parar a la crcel. As que hay que tentarse muy mucho la ropa antes de exonerar a los polticos, sean del signo que fueren.

No obstante, me parece inicuo el que tertulianos y analistas que jams han cuestionado la actitud de Francisco Camps por el caso Grtel se echen ahora como panteras sobre la carne fresca de ngel Luna. Es que la posible responsabilidad de uno exculpa la del otro? Hay distintas varas de medir segn cul sea la militancia de cada poltico puesto en entredicho?

De entrada, no es lo mismo la imputacin de un posible fraude perpetrado en el ejercicio de su actividad pblica, como es el caso, por ejemplo, de la acusacin mantenida contra Carlos Fabra, que la actividad irregular o antiesttica en dnde radica hasta ahora el ilcito penal de su actuacin? realizada en su trabajo privado por ngel Luna o por cualquiera otro.

Claro que cualquier regalo, condonacin, pago o similar hecho por un empresario puede supeditar la tarea futura de alguien que regrese a la poltica o puede haberla condicionado en el pasado, cuando actuaba como poltico.

Todo ello es posible, por supuesto, pero antes debe ser probado. Mientras tanto, pedir que dimita de qu, de ser un mero e impotente diputado de la oposicin? como portavoz parlamentario de su partido suena a sarcasmo. Es como si todos los comentaristas polticos que han recibido algn obsequio navideo de la Generalitat prcticamente la totalidad de los acreditados en Las Corts no pudieran ejercer por ello como crticos parlamentarios. Menudo plan!

El precedente que se usa en el intento acorralar a Luna es el de la dimisin de Joan Ignasi Pla como secretario general del PSPV-PSOE tras haber dejado impagado un arreglo en su casa. Si algo evidencia aquel suceso, ms bien, es la existencia de un ajuste de cuentas interno, a los que tan dado es su partido. Lo mismo le sucedi en su da a Josep Borrell, forzado a dimitir por las fechoras de sus corruptos subordinados Jos Mara Huguet y Ernest de Aguiar, de las cuales l no era en absoluto responsable.

Al margen de las reflexiones aqu expuestas, el precipitado intento de linchar polticamente a ngel Luna me provoca dos cavilaciones a cul ms inquietante.

La primera es que, si tiene que dimitir un poltico que no est ni siquiera imputado, automticamente debera hacer lo propio hasta una veintena de cargos pblicos del PP valenciano, inmersos todo ellos en procesos judiciales. Semejante efecto boomerang provocara un autntico terremoto poltico, amn del consiguiente movimiento en el escalafn del partido.

Pero ms perturbadora sera la otra conclusin: la de que quienes dejan la poltica en algn momento de su vida no deben volver a ella por los posibles compromisos contrados. Sin embargo, para evitar cualquier corrupcin, ya estn el Cdigo Penal, por un lado, y la Ley de Incompatibilidades, por otro.

Si se llevase esa consigna a rajatabla, excluiramos de la vida pblica a los mejores y dejaramos la poltica slo en manos de los mediocres que se afilian a un partido a los 16 aos, permanecen en su rama juvenil hasta los 40 y, sin haber trabajado nunca fuera de la poltica, dejan transcurrir unos aos ms hasta completar una temprana jubilacin de oro.

se s que sera un desastre mucho ms demoledor que la peor de las corrupciones.

De Paco Camps A ngel Luna

por: Enrique Arias Vega

Sobre el Autor

Enrique Arias Vega (Bilbao) es un periodista y economista espaol. Diplomado en la Universidad de Stanford, lleva escribiendo casi cuarenta aos. Sus artculos han aparecido en la mayor parte de los diarios espaoles, en la revista italiana \\\"Terzo Mondo\\\" y en el peridico \\\"Noticias del Mundo\\\" de Nueva York. Entre otros cargos, ha sido director de \\\"El Peridico\\\" de Barcelona, \\\"El Adelanto\\\" de Salamanca, y la edicin de \\\"ABC\\\" en la Comunidad Valenciana, as como director general de publicaciones del Grupo Zeta y asesor de varias empresas de comunicacin. En los ltimos aos, ha alternado sus colaboraciones en prensa, radio y televisin con la literatura, habiendo obtenido varios premios en ambas labores, entre ellos el nacional de periodismo gastronmico \\\"lvaro Cunqueiro\\\" (2004), el de Novela Corta \\\"Ategua\\\" (2005) y el de periodismo social de la Comunidad Valenciana, \\\"Convivir\\\" (2006). Sus ltimos libros publicados han sido una compilacin de artculos de prensa, \\\"Espaa y otras impertinencias\\\" (2009), y otra de relatos cortos, \\\"Nada es lo que parece\\\" (2008). Es autor, tambin, entre otras obras, de la novela \\\"El ejecutivo\\\" (2006), de la que ya van publicadas tres ediciones, de \\\"Ir contra corriente\\\" (2007), \\\"Valencia, entre el cielo y el infierno\\\" (2008) y una antologa de semblanzas bajo el ttulo de \\\"Personajes de toda la vida\\\" (2007). Enlaces externos: Resea en \\\"Red mundial de escritores en espaol\\\" (Articuloz SC #3369126)

Fuente - http://www.articuloz.com/politica-articulos/de-paco-camps-a-angel-luna-3369126.html

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