La Construcción Europea
Author: Ramiro Pinto
Author: Ramiro Pinto
Los Estados Nacionales versus mundializacin. La organizacin poltica es un elemento esencial en la construccin de la realidad. Especialmente en los momentos de cambios, sobre los cuales se van a definir las diversas etapas de la Historia. El problema de las estructuras polticas que se forman es que se acaban convirtiendo en valores absolutos, en los que quedan enquistados modelos econmicos y mentalidades que se convierten en un freno a la hora de establecer una transformacin, necesaria ante los nuevos acontecimientos en los que influyen las nuevas tecnologas y el contexto en el que se desenvuelve una economa muy diferente. Tal es el momento en el que nos encontramos a la entrada del tercer milenio. Los Estados nacionales son el producto de unas circunstancias muy especficas, en los que se ha volcado un componente emocional (patriotismo) que evita la racionalidad de su evolucin hacia otras formas de organizacin que poco a poco se van estableciendo, a pesar de las resistencias de muchos sectores de la sociedad. Al final, ante los inevitables acontecimientos de la evolucin social, lo que queda es el precio que hay que pagar por los grandes cambios que exige la realidad. Un precio que se mide en guerras, muertes, retraso en la investigacin cientfica, o al menos en su aplicacin en la sociedad, y deformacin de la misma condicin humana (unas veces por brutalidad y otras por ambicin, vanidad y dems). Un Estado nacional viene determinado por ser un conjunto de personas, instituciones, leyes y servicios que funcionan en una comunidad, cuyo territorio est limitado por fronteras. Resulta que tal demarcacin se convierte en un lindero virtual y deja de funcionar, incluso de existir, ante unas comunicaciones que no se ven limitadas por un espacio fsico y en el que las aduanas apenas cumplen una funcin mas que administrativa. Una de las causas de la cada del muro de Berln es que dej de existir, aunque estuviera levantado y vigilado. Las nuevas comunicaciones impiden la censura, la compra y venta de productos en la distancia y el poder funcionar sin el control estatal. Slo la restriccin del uso de las nuevas tecnologas permite mantener estructuras fronterizas slidas, pero a costa del retraso social y econmico que semejante situacin conlleva. A finales de los aos noventa pareca imposible desde el punto de vista poltico la reunificacin de las dos Coreas. En un par de aos se dan los primeros pasos, hasta el punto de que en las olimpiadas de Sidney, ao 2000 presentan un equipo deportivo unificado. Las fronteras han perdido su sentido y su funcin. No ya como una idea de los cosmopolitas o romnticos ciudadanos del mundo. Su funcin ha quedado obsoleta. Por otra parte el papel del Estado en la economa tiende a ser cada vez menor. No nicamente por las tesis liberales, sino por la propia dinmica de la economa. Su funcin de regular la convivencia precisa de una amplitud mayor a la de un territorio constricto a unas fronteras. La delincuencia internacional, los problemas de la contaminacin, las reglas del mercado cada vez son problemas ms internacionales. La solucin a los conflictos cada vez implican a ms Estados, por lo que se ha tenido que fomentar la creacin de organismos internacionales de todo tipo, polticos, administrativos, de justicia, militares, etc. Me he dado cuenta, dialogando y debatiendo este tema con diversas personas apasionadas por este asunto, que el problema es tener una idea preconcebida al respecto y mucho ms querer defenderla a costa de la evidencia. La realidad desplaza las ideas, porque stas forman slo una parte del proceso de lo real. Acaban siendo desplazadas y su mantenimiento las convierte en creencias emocionales o en ideologas que condicionan el ritmo de la evolucin econmica y social. Puedo indicar que para m la mundializacin no ha sido una idea que tuviera como punto de partida. Mas bien sent un cierto rechazo a tal posibilidad. Al analizar la situacin actual veo que es hacia donde se dirige el devenir de la Historia, sobre lo que se han creado demasiados perjuicios y leyendas irracionales que nos afectan a la hora de pensar. Despus de la II Guerra Mundial se ha producido una confluencia de intereses que van abriendo un espacio europeo cada vez ms consolidado. Empez siendo un proyecto econmico, en el lgico desarrollo el mercado que dio lugar a la Organizacin Europea de Cooperacin Econmica (OECE) en relacin al Plan Marshall, 1947. En 1951 se forma la Comunidad Econmica de Carbn y Acero (CECA). En 1.952 se establece la Asamblea Comn europea. En 1957 la Comunidad Econmica Europea, CEE (La forman en un principio Blgica, Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo y pases bajos. En 1.972 se adhieren Dinamarca, Irlanda y Reino Unido. Posteriormente lo hace Grecia en 1.981. Portugal y Espaa en 1.985. En 1.994 firman el tratado de adhesin al Acta nica europea Austria, Filandia y Suecia). Da paso al establecimiento de la Asociacin Europea de Libre Comercio en 1.960. Diez aos despus se institucionaliz una poltica comn de transporte. El Tratado de Roma, firmado en 1967 unifica la CECA, la CEE y la Comunidad de Energa Atmica (Euratom) que es el primer paso de la Unin Europea. En 1.986 se firma el Acta nica Europea, que da pie al reconocimiento oficial del Parlamento europeo, en principio no vinculante, pera cada vez ms presente en las polticas nacionales, por las medidas que se pueden tomar si no se cumple con sus designios, como prdida de subvenciones o penalizaciones, o desplazar a la nacin infractora en las negociaciones comunitarias. En 1992 se establece el Tratado de la Unin, conocido tambin como Tratado de Maastricht. Al mismo tiempo se ha ido organizando una fuerza militar, que trasciende el mbito nacional, la OTAN. Para el ao 2003 se prev la consolidacin de un ejrcito europeo para establecer la paz en el continente, en el que Espaa participar con seis mil soldados. El siguiente paso ha sido un elemento de cohesin cuya dependencia obliga a la unidad poltica en el mismo sentido, para poder gobernar tal espacio continental: La creacin en Europa occidental de una moneda nica, el euro. Un paso que se consolida y dar lugar al siguiente. Recuerdo hace unos aos las declaraciones del diputado leons por Alianza Popular, Fernando Surez de Tangil, ministro de Obras Pblicas en el quinto gobierno de Franco, 1951-1957, cuando opin que si las competencias de educacin, sanidad, fomento y otras pasan a las comunidades autnomas y la defensa del territorio, as como las decisiones en poltica exterior y en materia monetaria pasan a ser una decisin conjunta con el resto de los pases comunitarios qu le queda al Estado espaol?. Su temor fue que en semejante inercia los Estados nacionales acabaran por desaparecer. Lo cual el paso del tiempo hace ver que va a ser inevitable, sin que an nadie se atreva a plantearlo abierta y razonablemente. El arranque ms tmido ha sido por parte del Ministro de asuntos exteriores, Fischer, que propone debatir sobre la posibilidad de crear una Federacin de Estados europeos. Sucede a nivel comunitario un gran debate sobre la Carta Europea, pero no por su contenido, que no dejan de ser principios muy generales que todas las organizaciones democrticas respaldan, sino que las discrepancias aparecen cuando se discute sobre si deber ser vinculante o no. En caso negativo que quede como un manifiesto comunitario que sirva de referencia para las diversas naciones que forman la comunidad europea. Para los socialistas europeos la Carta de los Derechos Fundamentales de la U.E. ha de vincular a los Estados miembros. El freno que subyace y nadie quiere reconocer es que su aprobacin significa una preconstitucin europea, lo que significa la creacin, a medio plazo, del Estado europeo. El vicepresidente del Partido Socialista Europeo, Raimon Obiols, mantiene la postura de crear una Europa federal, con un Gobierno y Parlamento con competencias claras. De lo contrario fomenta la existencia de una burocracia excesiva e innecesaria. Dentro del contexto mundial se tiende a Estados continentales, cuya reglamentacin y normas para lograra acuerdos necesitar de una institucin que unifique criterios, establezca normas y defienda intereses comunes a nivel planetario, lo que a largo plazo supone la conformacin de un Estado mundial. Algo que desde la II Guerra Mundial y quizs un poco antes se ha vendido planeando como posibilidad terica, pero cada vez es ms un hecho posible y necesario. Admitir un nuevo plano de espacios nacionales no supone nada dentro de un proceso econmico de globalizacin. Es algo insignificante, pero se transforma en una tragedia porque se idolatran las banderas y los Estados. Conceptos abstractos que son, junto con la religin, se convierten en fuentes de guerras y conflictos armados por doquier. Etapa de la historia y mentalidad social que es preciso superar, debido a que tales estructuras polticas, culturales y sociales han dejado de tener importancia, aunque nos parezca lo contrario por una inercia a la hora de pensar sobre estas cuestiones. Max Horkeimer, en su obra "Sociedad en transicin: estudios de filosofa social", considera, ya en 1962, que el Estado signific un progreso en su formacin actual durante el s. XVIII, pero mostr sus reversos en los siglos XIX y XX. Afirma este autor: el concepto de nacin se ha convertido en un dolo; la nacin ha iluminado el desarrollo de las grandes revoluciones y guerras y se ha adueado de la Tierra. La rivalidad entre las naciones se convirti hasta el final de la II Guerra Mundial en el poder propulsor de la Historia. Esta realidad poltica delimita la globalizacin y la genera contradicciones, lo que ve a generar conflictos de intereses que afectan a la economa y al progreso social. Mientras se estanquen problemas histricos ya anacrnicos y las ideologas en que se amparan entren en descomposicin va a ser muy difcil poder avanzar en la construccin de la realidad. Lo que se ha de pretender en los conflictos nacionalistas es ajustar una situacin histrica al futuro, porque mediante la construccin de Europa acontece un cambio de rumbo en la Historia que lo permite hacer. Se trata de hacer consciente este proceso, definirlo, debatir sobre l y pronunciarse con las armas de la democracia, que adems del cumplimiento de la ley, es el referndum. Lo que tampoco est exento de problemas, pero avanza en una lnea de solucionar y no de engrandecer el problema. Recordemos las palabras que escribe Ludwing von Mises en 1927, desde su defensa del modelo liberal y contrario a los criterios nacionalistas per se: El derecho a la autodeterminacin, con respecto al problema de pertenencia a determinado Estado, para el liberal supone que todo territorio en honesto plebiscito se pronuncien por separarse de aquel Estado del que, a sazn, forma parte, bien sea para crear una entidad independiente o para unirse a otra nacin, pueda hacerlo libremente. He aqu la nica va que efectivamente evita revoluciones, pugnas intestinas y guerras (Obra "Liberalismo"). Este es el sentido esencial de lo que Habermans denomin como "patriotismo constitucional". Nada que ver con la instrumentalizacin que se hace de este trmino, para justificar la defensa a ultranza de un modelo nacional de un Estado constitucional, como si fuera un valor eterno, y no algo renovable, segn el inters colectivo en un momento concreto expresado mediante un referndum para definir la voluntad popular. Sin embargo las nacionalidades son una articulacin poltica y poco ms. Se trata de una herramienta para la construccin de la Historia, que sirve en determinadas etapas y deja de servir en otras. No es algo consustancial a la sociedad y a la Historia, sino que es ms bien un invento moderno para la organizacin de la sociedad. Hasta el punto de que el historiador Arnold J. Toynbee, comprueba como la Historia refleja el progreso de las civilizaciones, ms que de naciones o entidades polticas. La importancia de stas es una cuestin muy subjetiva y que se sobredimensiona cuando se carece de una visin global. La construccin de Europa como Estado pasa por una poltica de cohesin que va a depender de medidas audaces, como establecer la Renta Bsica y a su vez liberalizar el mercado para que pueda funcionar la economa dentro de una competencia mundial, dimensin sta que ofrecen y necesitan las nuevas tecnologas. Como describe Jeremy Rifkin, la empresa y la Nacin-Estado son un invento parejo de la sociedad industrial. A medida que la empresa, como unidad econmica, se ha convertido en multinacional, nuevo ncleo sobre el que se desarrolla la nueva economa, el Estado tambin se ha convertido en una organizacin multinacional, an sin organizar. De la sociedad tribal se ha pasado a la sociedad organizada en principados y marquesados, los feudos, como unidad territorial. Entre medias se han dado retazos de Estados bajo la expansin de Estados Imperiales. Estos cobraban unos tributos y mantuvieron una administracin compleja capaz de gestionar los territorios conquistados, pero el Estado no era una estructura que se asentase en la sociedad o que de la que los ciudadanos tuviesen conciencia de ser un Estado, sino ms bien era el poder tribal mximo desarrollado en torno al Emperador, a quien estaban supeditadas todas las leyes y normas. Con el cristianismo, ante el desmembramiento de la sociedad imperial, se establece una organizacin feudal, cuya defensa se basa en la construccin de fortalezas y en pequeos ejrcitos, muchas veces contratados, para resistir los ataques, pero siempre en un espacio muy local. Para Vicente Gay hasta los Estados nacionales en Europa no se conoci ms vnculo que el municipalismo o la relacin de vasallaje. Con los Reyes Catlicos se emprendi la unidad territorial de Espaa. Las polticas monrquicas, sobre la que se han construido las integraciones de territorios ha sido en parte debido a las acertadas o desafortunadas, segn casos, polticas matrimoniales. La concepcin divina del poder llev a tal concepcin de la construccin de la sociedad. Igual que hoy lo es la poltica monetaria, al ser la economa el centro de gravedad sobre el que se mueve la sociedad. El otro aspecto sobre el que se han construido los Estados-Nacin es la guerra, el derecho de conquista por la fuerza. Precisamente su sentido es la defensa del territorio y de los ciudadanos de tal Estado que se rigen por unas mismas normas. Con Carlos V se inicia una nueva concepcin de la organizacin social. Establece compaas de soldados profesionales, capaces de dar respuesta a poderes locales que no se supediten a la norma del rey. Los castillos pasan a disposicin del Estado y la nobleza feudal recibe un sueldo fijo para convertirse en puestos de mando, que acabarn formando la estructura de los Estados. An as no logra establecer el Estado-nacin, fue ms bien un rey de reinos sin instituciones ni administraciones que los unificasen. En Castilla por aquel entonces los organismos municipales fueron centros administrativos y polticos que funcionaron como verdaderas repblicas. La prdida de tal poder fue lo que llev a las sublevaciones de los Comuneros y las Germanas, aunque por diferentes causas inicialmente. Los seguidores del emperador consideraban al rey el representante de Dios en la Tierra, por lo que su figura fue muy ligada a la religin. De tal concepto parte la expresin de ser de sangre azul, que quiere decir que viene del cielo. Los sbditos de Carlos V tenan que arrodillarse ante su majestad para dirigirle la palabra. Su asociacin intrnseca con la religin ha sido total. Los protestantes dejaron de ver la creencia como algo universal, y que haba que expandir e imponer al resto del mundo, de manera que nacionalizaron la fe. Ms adelante tal proceso va a convertir la nacin en un concepto ideolgico. Del Estado nacional evoluciona hacia los Estados continentales, que se definen sobre zonas monetarias y comerciales. Lo que ir a desembocar a un Estado Mundial. El cual est previsto en los anlisis de economistas y estrategas polticos. El problema para su aplicacin es que la sociedad no est mentalizada para tal proceso. A la vez que hay un rechazo a esta situacin por sectores que se rigen por una conciencia adoctrinada, sobre la base de una identidad nacional como organizacin en la que la religin se acopla. De hecho son muchas las sociedades esotricas que sirven de soporte para idear nuevos modelos totalitarios y sectores dentro de las iglesias y religiones que ven en el plan de la mundializacin un proceso apocalptico, guindose textualmente por citas bblicas o de otros libros sagrados en los que se advierte de la venida del Anticristo, que traer la paz al mundo para implantar un Nuevo Orden dictatorial. Algunos autores como el sacerdote Juan Antonio Cervera ("La red del poder") o el historiador Jean Lombard ("La cara oculta de la historia") han definido el objetivo de la globalizacin como la dictadura del dinero, lo cual sirve de fundamento ideolgico a la ultraderecha para rechazar la construccin europea. Advierten sus proclamas que la disociacin de las polticas financieras van encaminadas hacia un mundo futuro econmico, en contraposicin al mundo poltico del Estado-nacin, blanco ste al que hay que tirar para hacerlo desaparecer. Lo que es un proceso de la Historia lo achacan estos tericos de la conspiracin a una causalidad dirigida por el lobby sionsita que acta mediante la conjura judeo masnica y comunista, ideologa sta que consideran un subproducto de tal intriga. Tal visin de la Historia se basa en la creencia de sectores muy asentados en las religiones catlica, islmica y juda ortodoxa, as como escuelas de teosofa y ocultistas. Supone una obstruccin irracional al progreso material de la sociedad y a una mentalidad ms abierta y racional. Busquemos la explicacin racional para poder situar la realidad que se est construyendo, como proceso espontaneo y en el que intervienen muy diversos e incontrolados factores. Lo que es evidente es que hay una tendencia que trata de seguir los avances materiales y otros ms sucedidos en cuestin de mentalidad en favor de nuevas formas de organizar la sociedad para ajustar la poltica a la economa y evitar la sinrazn de los enfrentamientos y las guerras. Los Estados nacionales hicieron emerger una mentalidad muy fuerte en relacin a su construccin, basado en dar un sentido emocional a tal obra de ingeniera poltica. Crearon el patriotismo, como sentimiento colectivo y personal, por el que una gran parte de la poblacin ha estado dispuesta a dar su vida y a matar por tal creencia emocional. El nacionalismo adems se convirti en una doctrina que plantea la solidaridad de raza y de historia. Debido a las nefastas consecuencias del nacional socialismo en Alemania y el nacionalismo japons que dieron prioridad al concepto de raza ha evolucionado el nacionalismo en el sentido de dar primaca argumental al proceso histrico frente al racial. El nacionalismo actual se desarrolla sobre las bases de los derechos histricos de la territorialidad que defiende. Ocurre que la Historia va por otros derroteros, pero, paradojas del destino!, al mismo tiempo da cobertura a sus tesis, en un marco continental, que tiende a la mundializacin, pero que para su formacin estable necesita potenciar sus partes en una identidad local, que permita el pluralismo dentro de la unidad de un Estado ms amplio. Lo que sirvi de lema para la formacin de los Estados Unidos de Amrica es el mismo esquema que precisa la unin europea, e pluribus unum, uno hecho de muchos. El imperialismo, tal como ensea Vicente Gay en su obra "El imperialismo", es un impulso que funde valores culturales e intereses econmicos. Consiste en una derivacin del nacionalismo, al tratarse de una expansin nacional, expansin territorial y anexin de otras naciones, generalmente mediante el uso de la fuerza militar. Con la aparicin del comunismo, como patria del proletariado, se dio un fenmeno expansionista basado en la ideologa, el imperialismo comunista, que trat de contrarrestar el imperialismo capitalista o yanqui. Sin embargo la globalizacin de los mercados tiene otra naturaleza muy diferente. La expansin econmica es un proceso espontneo que se desencadena como una funcin de los mercados. La oferta y la demanda se universalizan. Para algunos analistas ven tal proceso una accin corrosiva que tiende a dominar a las naciones suplantando la cultura nacional por la del consumo, mentalidad made in USA. Es obvio que el Poder de Estados Unidos ha desarrollado una poltica imperialista apoyando militarmente a dictaduras en Sudamrica, Estados de frica y de Oriente Medio con el fin de controlar fuentes de materias primas y dominar mercados cada vez ms amplios. La intervencin militar de EE.UU. ha desencadenado guerras que han reforzado a la larga el nacionalismo patritico contra el imperialismo yanqui. Tal modelo de actuacin ya no encaja con la formacin de un futuro que sigue otros derroteros. El imperialismo americano proviene de la doctrina de Monroe, que se suscita cuando rompen con la idea de que Europa intervenga en los asuntos americanos. La poltica de bloques durante la guerra fra hizo que la iniciativa imperialista prosperase, frente a criterios universales. Para U.S.A. extender su modelos capitalista fue, antes que nada en la confrontacin con la URSS, una cuestin estratgica. Tras el derrumbe del comunismo en Occidente cambia substancialmente el proceso, para llevar un planteamiento puramente econmico. El imperialismo impone la ley de la nacin que lo ejerce. El mundialismo plantea una ley universal a la que estn comprometidos todos los que libremente acepten la integracin, en igualdad de condiciones. El ltimo proceso imperialista, como expansin nacional, se agot tras los intentos de Alemania e Italia de conquistar a otras naciones por la fuerza. En un contexto en que se haba formado un imperialismo econmico, gracias a la fuerza de los ejrcitos de los pases desarrollados contra los del Tercer Mundo, mediante la poltica colonial. La independencia de las colonias llev a la formacin de nuevos Estados Nacionales brotando un mpetu nacionalista en los pases en vas de desarrollo que an perdura y supone un freno para la globalizacin real de la economa. Podemos observar cmo el colonialismo fue una transicin entre la universalizacin de la economa y el imperalismo de las naciones ricas. Tuvo un componente de las dos vertientes para justificar la expansin territorial, que qued como un proceso con carcter propio. Mezcla de la doble situacin aludida. El imperialismo es otra cosa distinta al mundialismo. La globalizacin, hemos indicado es un proceso econmico, que se materializa por las nuevas tecnologas. La expansin poltica que lo acompaa no es la intervencin del Sptimo de caballera, sino una poltica que implica a los pueblos a dirigir su futuro mediante la participacin en los procesos electorales, es decir la democracia, que es el modelo que se extiende en paralelo a la globalizacin de los mercados. Por incompleta que sea, las corrupciones y e influencias que alteran y falsifican muchas veces tales procesos, pero es un paso incipiente que abre las puertas de un futuro ms libre y ms justo. El dominio militar permanece como una amenaza, cierto, pero no se emplea por sistema, y las ltimas intervenciones, la Guerra del Golfo, Somalia, Indonesia, Yugoslavia, Afganistn, Irak ha sido dentro de una actuacin conjunta a nivel internacional. Puede que deje mucho que desear, pero es un paso cualitativo que diferencia la dinmica de internacionalizacin con respecto a los conflictos al modelo del imperialismo. Todava la sociedad mundial no ha tomado conciencia de este proceso innovador, en la que hay una protesta generalizada, a nivel global, de los pueblos contra la guerra. La Unin Europea es fruto de acuerdos internacionales, cuyas reglas se negocian y las decisiones se toman con consensos o por el juego de mayoras y minoras de gobiernos que han sido elegidos por los ciudadanos correspondientes de cada Estado nacional. La economa impone unas condiciones, pero que han de ser debatidas. El impulso econmico trampea mediante monopolios encubiertos, chantaje a los polticos ante necesidades que dependen de algunos emporios financieros, pero salvar tales circunstancias exige avanzar en la participacin cada vez ms internacionalista. El mercado nico europeo llev a la moneda nica, el euro, y sta a un Estado nico. Las bases de una nueva organizacin social se vienen planteando desde hace mucho tiempo como idea utpica, pero tras la II Guerra Mundial se vio como una necesidad prioritaria en la conformacin de un modelo de convivencia mundial. La nueva economa se impone por s misma a la potencia mundial, EE.UU., y la mentalidad tecnolgica tambin, lo mismo que al resto del mundo. Los Estados Unidos de Amrica lo que hace es liderar este proceso que surge por contar con ms medios materiales para ponerse a la cabeza de los grandes avances y comercializar los nuevos inventos. Pero es un fenmeno generalizado que afecta a Japn, Rusia, Europa y pases en vas de desarrollo. La globalizacin no la crea EE.UU, aunque la impulse, es algo consustancial al progreso de la economa. La imposicin de la potencia yanqui no es ms que una apariencia, porque acompaan el proceso expansivo de su economa con una sintona poltica que habr de dar el paso decisivo cuando se establezcan unas bases de fortalecimiento de las relaciones internacionales. Es decir se trata de ajustar la poltica a la mundializacin. Lo mismo que ha sucedido con las empresas, los medios de comunicacin, el transporte, la industria del cine y la msica, etc. Se trata de un dictadura econmica? Puede desembocar en tal situacin, precisamente debido a que no hay un aparato poltico que tenga las mismas dimensiones en las que funciona el mercado y las finanzas, en un mundo trasnfronterizado. No obstante hay una prctica que supone un salto en la evolucin histrica, como es que para participar en convenios internacionales se exige a los Estados estar legitimados mediante procesos democrticos. Lo que tiende a proyectar una idea de establecer a la larga una democracia universal. Encuentra la resistencia de fuerzas antidemocrticas que rigen sus opiniones por creencias cuya premisa como punto de partida es la de un principio rector por encima del hombre, a la hora de regir la sociedad. Frente al orden basado en una autoridad impuesta el nuevo orden democrtico se define como la participacin de la sociedad en las instituciones polticas a travs de ejercer el derecho a votar. Algo incompleto y absolutamente prematuro, pero no deja de ser una semilla que acabar floreciendo en tiempos venideros. Para su consecucin hacen falta medidas que democraticen la economa, en lo ms elemental. Debemos entender que para superar la violencia como mtodo de cambio es preciso asumir el evolucionismo histrico, de manera que seamos conscientes del desarrollo de la sociedad. El imperialismo se convierte en una necesidad nacional ante el aumento de presin demogrfica. Por otra parte es un principio econmico que sigue la idea de que un Estado gana lo que otro pierde. En la actualidad el mecanismo militar no funciona en tanto son las negociaciones comerciales las que logran establecer intercambios comerciales, cuyo elemento negociador son los excedentes y la necesidad de colocar las mercancas en nuevos espacios. Para lo cual ha dejado de ser necesaria la conquista de un territorio. Hubo a finales del s. XIX un auge de ideas imperialistas. Encontramos su razn de ser en las reflexiones del historiador y ensayista escocs, Thomas Carlyle, para quien: las naciones fuertes no slo tienen el derecho, sino el deber de dominar a los pueblos dbiles. Su influencia fue notable al ser sus escritos muy populares en su poca. Fue conocido como el sabio de Chelsea. Rechaz con vehemencia las ideas democrticas, para hacer apologa de la sociedad feudal. Desde 1496 hasta el comienzo de la I Guerra Mundial hubo una media de 1 ao de paz por cada 13 de guerra en el seno de Europa. Situacin consustancial a las rivalidades nacionales e ideolgicas. Tras la II Guerra Mundial Europa ha vivido el periodo ms largo de su Historia sin guerras y con un desarrollo sin precedentes. Se entra en una nueva fase que se ha llegado a interpretar como el final de la Historia, por parte de Francis Fukuyama, cuando se trata ms bien de un paso cualitativo hacia la construccin de la realidad social mediante la paz. Nunca faltaron intenciones, pero no hubo el elemento de cohesin que hiciera posible establecer como realidad un derecho internacional. Se han creado organismos que velan por su cumplimiento, como el Tribunal de la Haya. Tal derecho va quedando desfasado, como ha demostrado el caso sobre la posibilidad de juzgar a dictadores que han empleado la tortura y la muerte sistemtica, como Augusto Pinochet o Sadam Husein. Para desarrollar tales procesos hace falta un derecho mundial, cuya ubicuidad corresponder a un Estado en consecuencia a tal magnitud. La declaracin Universal de los Derechos Humanos, es una proclama moral y tica mientras no haya un recipiente institucional que haga prevalecer tales principios. Son derechos sin leyes que les ampare ante la falta de un Estado que regule su obligado cumplimiento. El problema es la necesidad de respetar culturas y tradiciones que para tal requisito debern evolucionar en cuanto a la condicin de la mujer, el respeto a la libertad de expresin y de conciencia, etc. Sobre el derecho internacional la regla es violar tales acuerdos, hasta el punto de que el profesor de la Universidad de Utrecht, Hamaker dijo: Os he enseado derecho internacional. Despus de la guerra de Transvaal os anuncio: "os he enseado algo que no existe. Ya en 1915 Vicente Gay reconoce que la economa Mundial, Welwirtschaft, se construye sobre el derecho econmico internacional. Por una parte sucede la economa nacional. Por otra la mundial mediante contratos de los Estados. Pasado casi un siglo desde entonces las reglas y mecanismos de estas relaciones han sufrido grandes variaciones. Ya no hay contratos entre Estados, pues suceden transacciones sin fronteras que desarrollan la multinacionales. No es pues una funcin internacional (entre naciones), sino global, que hace del mundo un nico mercado, prcticamente. Todava quedan barreras continentales que van siendo barridas con los nuevos medios de informatizacin. El proceso poltico va ntimamente ligado al econmico. El desarrollo de la oferta y la demanda global fue un paradigma con el que se encontr la sociedad tras acabar la II Guerra Mundial. Roosvelt, declar en uno de sus discursos, 6 - III - 1.947: el sistema americano slo puede sobrevivir en Estados Unidos si se convierte en un sistema mundial. No se trat de una amenaza, ni una proclama imperialista, sino constat un hecho que en aquel entonces fue incipiente, pero inexorable. La economa productiva creca a un ritmo muy superior a la demanda interna. Absorba materia primas que necesitaba EE.UU.. Para abastecerse requiri de un mercado que proporcionase sin trabas tales mercancas. El crecimiento econmico necesita expandirse, no como una infiltracin econmica, sino como una pauta que marca la naturaleza misma de la sociedad y el proceso productivo, que se ve potenciado por el consumo mundial. En tal sentido el senador estadounidense, James Paul Warburg, expuso ante el senado: Tendremos un gobierno mundial, les guste o no. O bien por la fuerza o bien por aceptacin. Se ha manipulado mucho esta frase, cuando no es sino la conclusin final de la necesidad de adaptar el orden poltico al econmico que se instala por su propia manera de funcionar, sin que nadie lo rija especialmente como si se tratase de un plan teledirigido. En realidad parece una meta imposible y hasta una ruptura con el desarrollo de la humanidad, cuando no deja de ser un simple trnsito ms en la evolucin de la sociedad en general. El Informe de la Organizacin Internacional del Trabajo, OIT, en su declaracin anual sobre el trabajo en el mundo, sobre los aos 1997 y 1998, concluye: Con la mundializacin de la economa y el progreso de la tecnologa, el margen de las maniobras de los Estados ha menguado sensiblemente. Da la sensacin, ante la defensa incondicional de la patria, que los Estados nacionales han sido consustanciales a la sociedad, cuando no es sino una fase ms del proceso de organizacin social. Evidentemente fue un avance, pero que con el tiempo se convierte en retroceso si no avanza. La patrona de Francia, la doncella de Orleans, Juana de Arco, particip en las guerras del s. XV. Con ella Carlos IV conquist una franja del territorio que separaba a Borgoa del poder ingls. Borgoa fue un seoro feudal, que con Carlos VII form parte del orden del Estado de Francia. Lo que permiti una reformar la legislacin y la jurisprudencia, establecer un ejrcito permanente y una mejor administracin altamente centraliazada, ofreciendo ms y mejores servicios a los ciudadanos. La situacin de la que sali la sociedad del s. XV puede quedar reflejada en el proceso de acusacin a Juana de Arco por relaxa y hereje en 1430, lo que fue el componente central de la mentalidad de la poca. Se la consider miembro ptrido a la que se condena a la hoguera para no contaminar a los dems miembros de la Iglesia. La iglesia la entrega al poder secular para que cumpla con una sentencia moderada, quemarla en la hoguera. Aos despus tal sentencia fue revisada por el papado y anulada. Esto que hoy nos puede horrorizar, fue una poca de la historia de la humanidad y que ha quedado atrs. Es de donde nacen los Estados nacionales. Por ms que algunos anatemizadores del mundo moderno quieran poner en el mismo plano los sucesos violentos actuales con las barbaridades de antao. Hoy siguen ocurriendo atrocidades, muchas veces son una excepcin no la norma del nuevo ser de la Humanidad. Evidentemente hoy en da se cometen injusticias, pero lejos de conceptos divinos que disponan de la vida de las personas al antojo de los gobernantes que enardecan la sin razn de las masas. Durante los siglos XV y XVI el Estado fue centralizado en la figura del rey Absoluto. Los gobiernos practicaron una poltica econmica nacional para fortalecer el Poder del Estado, amenazado muchas veces por la nobleza y el clero que vieron mermar su influencia y podero al emerger una nueva clase social, la burguesa, que extendi el bienestar en la sociedad con la prctica del comercio. En Portugal Juan II, a finales del s. XV, reprimi la sublevacin de la nobleza y el clero ejecutando a los jefes feudales, entre los que figuraba el duque de Braganza. A algunos les mat con sus propias manos. El origen de los Estados nacionales est plagado de violencia. La economa burguesa no poda mantener estructuras sociales feudales, que tuvieron que ser eliminadas. Aparece un Poder central que se hace con el control. Tal proceso fue expandido en toda Europa. Forma parte de la historia de cada nacin. Tambin en Rusia, donde los waregn, suecos, dominaron a los pueblos de Rusia del norte, hacia el s. IX, que vivieron tribalmente, sin orden ni gobierno y enfrentndose entre ellos en sangrientas peleas. Los pueblos meridionales fueron dominados por los wetsche, formndose zonas muy dispersas con una economa muy cerrada. A medida que la agricultura y la caza exigan frmulas de comercializacin se vio necesario establecer un poder unificado en aquella zona. En el s. XVI Ivan III establece una soberana absoluta con la creacin del Estado ruso. Elimina a los prncipes locales y lucha contra el poder de los boyardos. Los reyes se vieron posedos por esa misin divina, que no es otra cosa que proyectar en una fuerza transcendente una necesidad material que haba de resolverse. Y como tal se impuso, adaptndose a la mentalidad (religiosa) de la poca. Pero sucedi sin tener elementos para hacer un anlisis estratgico y racional. Algo que en la actualidad s es posible. Lo que puede evitar el uso de la violencia, ante una fuerza devastadora que existe hoy con la aplicacin de las tecnologas ms avanzadas. Algunos pases, debido a su expansin martima, no sufrieron la unificacin nacional hasta ms adelante, como fue el caso de Italia en que Guiseppe Garibaldi logra en el s. XIX la unificacin e independencia de Italia. Roma fue atacada por los franceses. Austria asediaba militarmente los Estados del norte. Garibaldi rompe con Mazzini, republicano, y se une al gobernante liberal, con el rey de Cerdea, Vctor Manuel II. Conquist Sicilia y Npoles. En 1861 se funda el reino de Italia. Roma fue anexionada en 1870. Cuatro aos antes lo fue Venecia concedida por Prusia al participar Italia en su favor contra Austria. Son algunos ejemplos con los que quiero indicar que las estructuras estatales-nacionales son relativamente modernas y un producto de condiciones socioecnomicas, que luego se elev tal realidad a la categora de ideologa y de realidad absoluta. Nuevas condiciones exigen nuevas estructuras. Y todo lo que no se encamine a este proceso innovador es ir a remolque de la Historia, por mantener un retraso poltico frente a los avances de la tecnologa. Tras la descolonizacin aparecieron los Estados nacionales en frica. Con el desarrollo posterior tambin han visto la necesidad de unirse. Nasser quiso establecer un Estado panrabe, laico, para dejar el Islam con un papel cultural y religioso, pero no poltico. Logr unir Egipto y Siria en la Repblica rabe Unida, pero el proyecto fracas. Desde entonces se ha logrado crear la Organizacin para la Unidad Africana (OUA), inspirada por Nurumah y Nasser. La carta fundacional se firm en 1.963 en Addis Abeba. En 1.945 se form la Liga rabe reunida por primera vez en el Cairo. En 1.950 aprob un convenio de defensa colectiva, orientado a la lucha contra Israel. La divisin del mundo rabe favorece a los pases occidentales, que imponen as sus condiciones y han financiado guerras entre diversos pases, para disponer de petrleo ms barato ante la necesidad de los Estados de financiar las guerras. El partido Baath, en Siria e Irak, quiso fundir el nacionalismo rabe y el socialismo para lograr el desarrollo industrial que les haga despegar de la dependencia de occidente. Una de las aspiraciones de Sadam Husein fue crear un Estado rabe Unido que acabase con gobiernos feudales lacayos de Estados Unidos y dominados por las multinacionales dedicadas a la refinera del petrleo. En unas declaraciones recientes de Muammar el Gadhafi, agosto de 2.000, dice: frica aspira a tener una divisa internacional, una fuerza militar continental y un Fondo Monetario africano, lo que se encamina a una poltica continental, cuyo resultado final sera la formacin de un Estado Africano. Por lo que de alguna manera es un paradigma poltico, que tiene mucho que ver con la realidad econmica actual. Para Arturo Chozas Bermdez, inspector de Trabajo y Seguridad Social: no existe, y no existir en el futuro previsible, un mercado mundial totalmente abierto para el trabajo, la tecnologa, los bienes y los servicios, mientras haya Estados Nacionales, (o asociaciones de Estados nacionales como la Unin Europea) mientras estn para fomentar los intereses legtimos de sus ciudadanos y empresas de los territorios bajo su jurisdiccin en la competencia global. Opinin que cada vez se generaliza ms en crculos especializados de expertos en economa. Miguel A. Fernndez Ordoez, ejecutivo del FMI de 1.988 a 1990, afirma : es un tpico ms, pero es cierto que la globalizacin de la economa va a exigir ir creando embriones de un Gobierno Mundial. En otro sentido uno de los defensores del paneuropesmo, el conde Candenhove, mantiene que la paz es un problema continental, no nacional. El francs Robert Schuman, considerado el padre de Europa y el belga Paul- Henri Spack, socialista, han enfocado sus esfuerzos polticos para lograr establecer una Constitucin de envergadura continental. Lo que supone la consecucin de haber logrado una infraestructura comn para todos los pases europeos. Se reconoce al rey checo, Jorge Podriebad, ser quien primero tuvo la idea de una Europa unida. Proyect una federacin europea. Qued en una quimera porque no hubo una base material para asentar tal propuesta. La evolucin de los acontecimientos histricos se acercan a mtodos que se iniciaron de manera incipiente en el s. XV, cuando se admiti, aunque no se cumpliera, solucionar los problemas por va diplomtica. Un siglo despus, los Estados dispusieron de embajadores para desarrollar la vida internacional de acuerdo a normas. Llegar al Estado europeo no ser ms que la consecucin de un proceso lgico, como resultado de la evolucin en la Historia de la Humanidad. A su vez, al llevarse a cabo de comn acuerdo, ser una evolucin de la misma Historia. A finales del s. XVII la gran revolucin de la razn, desarrollada por Immanuel Kant le llevar a la conclusin sobre la necesidad de hacer una Federacin de Paz, que no recabe ningn poder del Estado nacional. De otra forma los tratados de paz son falsos y convierten los periodos de paz en armisticios. El objetivo que persigue este filsofo de la ciudad actualmente llamada Kaliningrado, es La paz perpetua, que da ttulo a su obra. Para tal consecucin idea un Estado de Derecho Pblico Universal, que d lugar a una Constitucin cosmopolita y un derecho de ciudadana mundial. Entiende que debe desaparecer cualquier atisbo de lo divino en los fenmenos del mundo para llegar a acuerdos sobre la base de la razn. De otra manera es imposible, pues una irracionalidad se enfrenta a otra. Cada cual puede vivir su irracionalidad como quiera, pero no llevarla al terreno de la convivencia social. Lo que present como un dulce sueo de paz la actual transicin hacia concepciones ms cientficas, ms razonables y tolerantes de la realidad hacen que se pueda materializar. Si bien har falta un esfuerzo de quienes tomen conciencia de esta paso tan importante para la Humanidad. Sobre todo la nueva concepcin de la Paz es que no es un fin, sino que adems es un medio para desarrollar las relaciones humanas y el medio de resolucin, pacfica y razonables, de los enfrentamientos. Slo de esta manera es posible concebir y aplicar la mxima universal de la tica: el ser humano es un fin en s mismo y nunca un medio para otros seres humanos o fines. A nivel prctico cualquier derecho universal que parta de los derechos humanos requiere un tribunal global que lo aplique y ste de un Estado mundial que lo ampare. Precisamente en la ecologa encontramos el paradigma de la globalizacin del derecho, cmo si no se podr abordar el problema del ozono o del efecto invernadero, que se convierten en una amenaza letal para toda la humanidad? El orden mundial lleva ms de medio siglo fragundose. En un sentido de necesidad. Lo que fueron propuestas internacionalistas se han convertido en globalizacin fruto de una realidad mundializada por la tecnologa, aspecto en el que insisto pues define nuestro mundo y por lo tanto tambin su transcurso. El candidato republicano, en las elecciones en que Roosevelt sali reelegido como presidente de EE.UU, tuvo encomendada la misin de viajar por los pases que luchaban contra el fascismo bajo el dominio comn de las Naciones Unidas durante la II Guerra Mundial, para elaborar un informe que permitiera rehacer la poltica exterior cuando terminase la contienda militar. Escribi con aquella experiencia un libro en el que insiste en la idea de un mundo comn: No slo el mundo se ha vuelto pequeo en el mapa, sino que se ha vuelto pequeo en la mente de los hombres. En su obra "Un mundo", Wendell Willhie, da una gran importancia a la industria cinematogrfica, pues gracias a ella, la imagen del americano para el resto del mundo es la de gente que mueve las ideas y los productos: Nuestras pelculas han jugado un papel muy importante. Se proyectan en todo el mundo. En todas partes pueden ver el aspecto que tenemos, or nuestras voces. Se interesan por nuestras estrellas cinematogrficas. La obra de este poltico y ensayista tuvo una gran influencia en la sociedad estadounidense. Fue el libro ms vendido finalizada la contienda mundial. Su autor hace un llamamiento a la sociedad en general a dedicar los esfuerzos polticos y educativos en unificar los pueblos de la tierra en su base de justicia y libertad. Impresionado por las consecuencias de la accin militar vista de primera mano se da cuenta de que algo muy importante a tener todava hoy en cuenta: no podemos dejarnos arrastrar por argucias del Viejo Mundo: bloques religiosos, nacionales o raciales. Cul hubiera sido su sorpresa de no morir en 1944, y comprobar que el resultado sera el establecimiento de dos bloques de carcter ideolgico, que dividi al mundo durante ms de cuatro dcadas?. Su anlisis merece la pena ser tenido en cuenta y rescatar sus teoras, como una visin que va a determinar el futuro de la poltica internacional: Hemos de enfocar la paz en un plano mundial. El mundo ha de ser libre econmica y polticamente. Rehusa las doctrinas del imperialismo, a las que achaca ser causa de la Gran Guerra. Precisamente porque Alemania y Japn, dos potencias nacionalistas, pretendieron dominar el mundo. Propone una base de convivencia que tenga cimientos: el internacionalismo poltico sin internacionalismo econmico es una casa levantada sobre arena. No existe nacin alguna que pueda alcanzar por s su pleno desarrollo. Lo mismo sucede a la inversa: sin internacionalismo poltico la globalizacin es una casa sobre arena. El candidato republicano Willhie , escribe un texto muy significativo en el asunto que estamos tratando: La declaracin de Stalin y la Carta del Atlntico (pacto presentado por Churchill y Roosevelt) me parecen tener una falacia comn. Prevn la recreacin de la Europa Occidental en sus antiguas divisiones de pequeas naciones, cada una con su individualidad poltica, econmica y con soberana militar. Fue este sistema pasado de moda lo que hizo que hubiese millones de almas en Europa que se dejaran cautivar por el nuevo orden propuesto por Hitler. Porque aun en la tirana de Hitler vean por lo menos la esperanza de que se creara un rea bastante grande para que pudiese funcionar dentro de ella la moderna economa del mundo. Han debido darse cuenta, con una experiencia cruenta, de que las zonas restringidas de comercio, impuestas por altas murallas de una multitud de nacionalismos individuales, con las consiguientes manipulaciones de los poderes polticos, haran inevitable la guerra y el empobrecimiento. Propone para la estabilidad y la seguridad econmica del mundo crear entidades econmicas y militares supranacionales. Porque, explica, los pueblos han de tener a su alcance lo que producen otros pueblos: no habr paz, ni desarrollo si no se derrumban las barreras que entorpecen el fluir de las mercancas. Argumenta que el factor ms decisivo del progreso americano frente a Europa fue que dispone de un territorio ms vasto, el ms grande del mundo sin barreras para el intercambio de ideas y de productos. Advierte, lo que es una conclusin lgica de su estudio econmico y de la situacin (no una maquinacin maquiavlica), que en un mundo empequeecido gracias al desarrollo industrial y el transporte ( y que las nuevas tecnologas han unificado, hay que aadir hoy en da) el actual nivel de vida americano no podr mantenerse si el intercambio de mercancas no se hace con ms libertad en toda la tierra. En este proceso nos encontramos medio siglo despus, sin ser capaces de caminar con decisin porque falta un punto de apoyo, que est a nuestro lado y no somos capaces siquiera de imaginarlo colectivamente: la Renta Bsica. Sucede una curiosa situacin que sirve para poder llegar a un equilibrio en el desarrollo histrico de los pueblos. La unificacin de los Estados significa una fuerza centrfuga, expansiva, cuyo contrapeso es el incremento de la intensidad de una fuerza centrpeta, constrictiva: el nacionalismo. De no saber conjugar ambas situaciones se corre el peligro de romper un proceso que forma los fundamentos de una nueva realidad poltica. Cuanto ms grande sea la centralidad, ms fuerza adquiere la dispersin, pero puede suceder de manera creativa con una conformacin cualitativa que lo hace posible y necesario. El Estado de la Unin Europea requiere para su estabilidad ofrecer un gran pluralismo, hacer real el lema de la unidad en la diversidad y lo que fue la idea motriz de Los Verdes: pensar globalmente, actuar localmente. Las nacionalidades histricas, las que se definen sobre la base de una Historia territorial que demarca su espacio y una lengua propia, emergern con toda su plenitud en el marco de un Estado europeo, por paradjico que pueda parecer en un principio. A cambio, los Estados nacionales quedarn como una etapa ms de la Historia de los pueblos. Entender esto de manera racional podr evitar muchos conflictos y el derramamiento de sangre. Valery Giscard dEsteing fue presidente de Francia, 1974-1981, representando a la poltica conservadora. Haba sido Ministro de Economa y Finanzas durante el gobierno presidido por Georges Pompidou y en 1.989 elegido como cabeza de lista parlamentario europeo. Su vocacin europesta la explica en su obra Dmocratie Francaise: Nuestra sociedad slo se reconciliar completamente consigo misma cuando hayan borrado las antiguas divisiones. Su experiencia en el mundo de la economa le lleva a un planteamiento en consecuencia para la poltica: Los grandes problemas que interesan al desarrollo econmico y de seguridad mundial no pueden buscarse dentro de un marco exclusivamente nacional, ni siquiera regional, sino que interesa progresivamente a toda la comunidad mundial. Entiende que la sociedad de libertades ser una sociedad evolucionada, que supere la violencia y la ignorancia, sustituyendo una pauta mecnica por otra ms cerebral, para lograr un proyecto que pueda realizar en libertad y en la justicia, en el respeto a la diversidad y en su larga marcha hacia la unidad: Nuestra mente aceptar un da, como realidad simple, la diversidad y la unidad de la sociedad de libertades. He aqu Europa, que se unir, y donde Francia no debe ser dominada. Y he aqu Francia, venida de tan lejos, la Francia de los campos de batalla, de las revoluciones sucesivas, de los gritos en la calle y de las dulces maanas en el campo, la Francia que puede desgarrarse, como es costumbre en ella, o que puede, de golpe, despierta y soadora, ser una de las primeras en cruzar el umbral de la nueva organizacin de la sociedad. Durante la apertura del XLII Congreso de la Confederacin Internacional de Artistas y compositores (CISAC), intervino Felipe Gonzlez, para destacar que el cambio civilizatorio es el ms vertiginoso de la Historia. Tal puede ser una apreciacin un tanto subjetiva, pues hemos visto los grandes cambios que ha sufrido la Humanidad a lo largo de los siglos, algunos mucho ms profundos que los que podemos vivir en nuestros das. Ocurre que los cambios actuales afectan a la misma Historia, a su estructura como devenir de acontecimientos, de forma que la evolucin de los pueblos, con sus adelantos materiales y mentalidad originan saltos cualitativos en la forma de vida y de organizacin social. Lo que detecta el ex-presidente del gobierno espaol es que hay una crisis de comprensin de la nueva realidad, sobre lo que destaca la necesidad de construir un modelo poltico acorde a las nuevas necesidades que define el desarrollo econmico: El Estado nacin es un concepto en crisis. Estn desapareciendo los ejrcitos (nacionales), las aduanas, las monedas (nacionales), pero todava no hay autoridades supranacionales. Sabemos que en el mundo manda Estados Unidos, pero quin manda en Estados Unidos?.About the Author:
Escritor. Con varios ensayos sobre economa en relacin con la Renta Bsica. Es autor de obras de teatro y relatos de gran originalidad.