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Author: . Mario Holgun Alvarez" href="http://www.articlesbase.com/authors/ing.-mario-holgun-alvarez/82537.htm">Ing. Mario Holgun Alvarez
La palabra de Dios ilumina el camino constituye la segunda parte de las Orientaciones para la Pastoral de la Carretera de la Santa Sede. En este documento se hace referencia a los diversos pasajes bblicos, tanto del Viejo como del Nuevo Testamento; a la movilidad humana, a las peregrinaciones, a las continuas migraciones del ser humano, a las vas y los viajes, al desplazamiento como un fenmeno que caracteriza al hombre contemporneo. La exhortacin en la Santa Escritura de elegir el camino recto no es ms que la utilizacin de figura metafrica que determina el comportamiento humano. Y es que referido a la movilidad, el viaje, no slo como un desplazamiento fsico de un lugar a otro, sino en su dimensin espiritual, porque el viaje relaciona a las personas, contribuyendo a la realizacin del designio de amor de Dios. Est comprobado que una de las races de muchos problemas inherentes al trfico es de orden espiritual La Iglesia promueve el vehculo como un medio que se puede utilizar de modo prudente y tico, para la convivencia, la solidaridad y el servicio a los dems, o se puede tambin abusar de l. Estas son palabras textuales sacadas de las Orientaciones para la pastoral de Carretera, de la calle. El automvil se presta, de manera especial, a que el propietario lo utilice como objeto de ostentacin de s mismo y como medio para eclipsar a los dems y suscitar sentimientos de envidia. Esta ltima reflexin se refiere cuando el conductor asume un comportamiento de dominio sobre los dems usuarios de las vas pblicas y placer por la velocidad. La Iglesia Catlica hace un llamado a la caridad, al servicio al prjimo, a la justicia, a la esperanza como virtudes del conductor, por lo que genera Los Diez Mandamientos del Automovilista, a saber: I. No matars. II. La carretera sea para ti un instrumento de comunin entre las personas y no de dao mortal. III. Cortesa, correccin y prudencia te ayuden a superar los imprevistos.
IV. S caritativo y ayuda al prjimo en la necesidad, especialmente si es vctima de un accidente. V. El automvil no sea para ti expresin de poder y dominio, y ocasin de pecado. VI. Convence con caridad a los jvenes, y a los que ya no lo son, a que no se pongan al volante cuando no estn en condiciones de hacerlo. VII. Brinda apoyo a las familias de las vctimas de los accidentes. VIII. Haz encontrar a la vctima con el automovilista agresor en un momento oportuno, para que puedan vivir la experiencia liberadora del perdn. IX. En la carretera, tutela la parte ms dbil. X. Sintete t mismo responsable de los dems. Share:About the Author:
Dominicano, con estudios realizados en Ingeniera Electromecnica, Energa y Seguridad Vial. Presidente de la Fundacin Red de la Dignidad y actual Subsecretario de Estado de Trnsito Terrestre de la Repblica Dominicana. Autor del "Libro Seguridad Vial en Repblica Dominicana. Hacia un Plan Nacional Integral" y numerosos artculos.