subject: Entra Una Nueva Fuerza En El Conflicto Entre La Religión Y La Ciencia [print this page] El conflicto entre la religin y la ciencia es tan viejo como el tiempo mismo, y aun en nuestra sociedad moderna dominada por la bsqueda de la tolerancia y la progresin, la batalla sigue sin tregua, y aun complicndose con el reciente crecimiento de la popularidad de otro fenmeno antiguo: la supersticin. El escepticismo domina la mente occidental, y hoy en da criticar a la religin o a la ciencia es una actividad extendida, que suele darse con un respeto y tolerancia que no diminuyen la ferocidad de su intento. Pero si se critica uno, no quiere decir que uno est a favor del otro. Desilusionado por la ferocidad de la guerra entre la ciencia y la fe, un nmero creciente de personas opta por una tercera opcin: la supersticin, relacionada con la fe y con algunas races no muy bien definidas en la ciencia. La famosa sentencia de Einstein la ciencia sin religin est coja y la religin sin ciencia es ciega ahora tiene una nueva interpretacin, que la ciencia sin religin es supersticin, y la religin sin ciencia tambin.
Aunque el nmero de practicantes disminuye, cada maana millones de personas consultan su horscopo con avidez, no poniendo su fe ni en Dios, ni en la razn cientfica que niega la veracidad de los signos del zodaco, sino en la supersticin. Tarots y la consulta de tarotistas online son cada vez ms populares, y gozan de una nueva cohorte de fans jvenes. En un mundo inseguro, plagado de conflictos armados y problemas econmicos, la supersticin sacia el deseo de certidumbre, porque como la fe no se puede desmentir, y como algunas ideas cientficas est basado en reglas, aunque sean abiertos a toda una gama de interpretaciones. El tarot por ejemplo, es una mezcla de creencia irracional en el poder de las cartas y unas reglas no muy bien definidas, que regulan la interpretacin de la lectura de las cartas. Practicado, a veces de manera inconsciente, tanto por los ateos como los creyentes, el culto a la supersticin nos sigue en cada camino que comenzamos con el pie derecho, en nuestra aversin al gato negro que nos cruza por delante, y cada vez que tocamos madera. Para algunos nos distrae de la razn cientfica, para otros es una hereja, pero digan lo que digan, para una vasta minora de aficionados es una respuesta antigua al problema de la inseguridad moderna.
Entra Una Nueva Fuerza En El Conflicto Entre La Religin Y La Ciencia