subject: Rosario De La Peña, Musa De Manuel Acuña [print this page] ROSARIO DE LA PEA, MUSA DE MANUEL ACUA ROSARIO DE LA PEA, MUSA DE MANUEL ACUA
Quienes tenemos cierta cultura hemos escuchado o ledo un bello poema de Manuel Acua titulado Nocturno a Rosario, escrito en una de las dcadas finales del siglo XIX. Es un poema bello quiz unos de los ms bellos escritos en honor a una dama, su prosa es intensa y refleja el intenso amor que un hombre le otorga a una mujer y el desdn de sta.
El poema fue dedicado por Acua a una de las mujeres ms cultas y bellas de esa poca Doa Rosario de la Pea y Llerena. Esta mujer nacida en 1847 fue hija de Don Juan de la Pea y la seora Margarita Llerena. La familia De la Pea-Llerena viva en la ciudad de Mxico en una casona de la Plaza de Santa Isabel, ubicada en lo que hoy es el Palacio de Bellas Artes. Cuando Rosario de la Pea tena 19 aos all por 1866 en su casa se reuna lo ms granado de la intelectualidad capitalina puesto que su padre se distingui por ser un hombre culto y continuamente se celebraban tertulias culturales en las cuales asistan celebridades de la talla de Ignacio Ramrez, Ignacio Manuel Altamirano, Francisco Zarco, Irineo Paz, Justo Sierra, Vicente Riva Palacio, Jos Mara Iglesias, Luis G. Urbina y otros.
En esos aos Manuel Acua contaba con 26 aos de edad, el estudiante de medicina ya contaba con dos obras de teatro y un libro de poemas y ya era considerado como un poeta consolidado al igual que las personalidades que asistan a las tertulias.
Manuel Acua conoci a Rosario y se enamoro de ella perdidamente sin que hubiera encontrado eco en sus ruegos amorosos. En una maana decembrina de 1874 el poeta fue en busca de Rosario, ella no se encontraba en su casa. Ah escribi Nocturno a Rosario y acto seguido se quit la vida.
Ya antes en 1868 Rosario se haba comprometido con su primo Juan Espinoza de los Monteros quien falleci en un duelo acontecido el 21 de diciembre de de ese ao. Rosario le guard luto por tres aos.
Estas muertes tanto la de Acua como la Juan Espinoza, fueron muy comentadas en la ciudad de Mxico y la reputacin de tan noble dama haba quedado en entredicho, pues a ella la culpaban de la muerte del insigne poeta y la sealaban como la culpable de la prdida de un gran poeta y hombre de letras en plena gestacin como en verdad lo era Manuel Acua.
Debido a penurias econmicas su familia se tuvo que trasladar al puerto de Acapulco, all por el ao de 1870. Con el transcurrir de los aos ms de quince poetas caballerosos le propusieron matrimonio, ella nunca acept. De entre los solicitantes se encontraba nada ms y nada menos que Ignacio Ramrez el Nigromante, quien para ese momento contaba con 55 aos de edad y ella con 26.
Pero el nico de sus admiradores que logra despertar en ella una pasin genuina fue el poeta poblano Manuel Mara Flores. El noviazgo dur 11 aos, pero nunca se llegaron a casar, ya que l haba contrado una enfermedad de transmisin sexual progresiva y mortal; primero perdi la vista, luego el cabello, despus le sobrevino la hidropesa y finalmente lleg la muerte. A los 36 aos Rosario de la Pea haba quedado anmicamente devastada y nunca ms volvera a enamorarse.
En torno a la bella Rosario se escribieron cuentos, novelas, ensayos y vibrantes editoriales para El Monitor Republicano, El Federalista y la Repblica, las principales publicaciones del siglo XIX. En sus ltimos aos se acerc al misticismo.
Para terminar este brevsimo pasaje de una de las musas ms importantes del Mxico decimonnico, permtaseme citar algunos fragmentos del Nocturno a Rosario:
Nocturno a Rosario
MANUEL ACUA
Pues bien, yo necesito decirte que te adoro,
Decirte que te quiero con todo el corazn;
Que es mucho lo que sufro, que es mucho lo que lloro,
Que ya no puedo tanto, y al grito en que te imploro,
Te imploro y hablo en nombre de ltima ilusin.
Comprendo que tus besos jams han de ser mos,
Comprendo que en tus ojos no me he de ver jams;
Y te amo y en mis locos y ardientes desvaros,
Bendigo tus desdenes, adoro tus desvos,
Y en vez de amarte menos te quiero mucho ms.
Que hermoso hubiera sido vivir bajo aqul techo,
Los dos unidos siempre y amndonos los dos;
Tu siempre enamorada, yo siempre satisfecho,
Los dos una sola alma, los dos un solo pecho,
Y en medio de nosotros mi madre como un Dios
Esa era mi esperanzamas ya que a sus fulgores
Se opone el hondo abismo que existe entre los dos,
Adis por la ltima, amor de mis amores;
La luz de mis tinieblas, la esencia de mis flores;