subject: Pasión Por La Perfección: ¿Una Paradoja Divina? O ¿Una Divina Paradoja? [print this page] Dios es perfecto, ama la perfeccin y exige la perfeccin. Dios cre perfecto todo el universo. De hecho, el enemigo de Dios tambin fue perfecto en todos sus caminos, desde el da que fue creado, hasta que se hall maldad en l (cf. Ezequiel 28, 15). Adems este mundo y todo lo que en el habita, fue hecho libre, perfecto y bueno en gran manera (cf. Gnesis 1, 31), hasta el da que nuestros primeros padres decidieron separarse de Dios. No obstante, Dios esperaba que su pueblo sea perfecto: perfecto sers delante de Jehov tu Dios (Deuteronomio 18:13), ms aun, Jess les dijo a sus discpulos: Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que est en los cielos es perfecto (Mateo 5, 48). Los discpulos no solamente tendran que ser humanamente perfectos, sino que deban ser divinamente perfectos, como Dios es perfecto. Podramos decir que Dios tiene pasin por la perfeccin, y no acepta nada que no sea tan perfecto como la misma divinidad.
Por otro lado, Dios mismo ha reconocido que la perfeccin es un imposible para la humanidad cada, diciendo: todos se desviaron, a una se han corrompido; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno (Salmo 14, 3), luego el Seor aade: toda cabeza est enferma, y todo corazn doliente, desde la planta del pie hasta la cabeza no hay cosa sana, sino herida, hinchazn y podrida llaga (Isaas 1, 5-6), ms aun, Dios dice: aunque te laves con leja, y amontones jabn sobre ti, la mancha de pecado permanecer aun delante de Mi (cf. Jeremas 2, 22). Adems, Dios explica que la perfeccin es un imposible social, mental, espiritual, y hasta biolgico-genrico, diciendo Mudar el etope su piel y el leopardos sus manchas? No, de ninguna manera, porque el color de la piel est determinado no solamente por el medio ambiente, sino por la gentica (ADN), por eso Dios declara: as tambin vosotros no podris hacer el bien, estando habituados (programados) a hacer el mal? (cf. Jeremas 13, 23). Y para colmo de males, el apstol Pablo nos asegura que el querer ser perfectos est en nosotros, pero no el lograrlo, y desesperado clama: miserable de nosotros, quin nos podr liberar de este cuerpo de muerte? (cf. Romanos 7, 18 - 24).
De manera que, por un lado Dios siendo infinitamente perfecto exige divina perfeccin a una finita humanidad condenada por la gentica a hundirse en el fango del pecado, la absoluta imperfeccin y la muerte eterna.
Cmo se las arregla Dios para solucionar esta lamentable paradoja?
La respuesta es Jesucristo. Si, Jesucristo siendo Dios, no estim el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despoj a si mismo tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres, y estando en condicin de hombre, se humill a s mismo, hacindose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz (Filipenses 2, 6-8).
Jesucristo vino a este mundo para nacer como un segundo Adn, para vivir una niez divinamente perfecta, para transitar una adolescencia divinamente perfecta, para desarrollar una juventud divinamente perfecta, y para desempear un ministerio divinamente perfecto, pero tambin llevando sobre sus espaldas la imperfeccin de todos nosotros, pagando el precio del pecado al descender hasta lo ms profundo del Seol, donde enterr para siempre la imperfeccin humana, destruyendo el pecado y a la muerte eterna, resucitando luego como un vencedor, y convirtindose en nuestra divina perfeccin: El es nuestra Sabidura, nuestra Justificacin, nuestra Santificacin y nuestra Redencin, en otra palabras, somos perfectos en El (cf. 1 Corintios 1, 30). El vivi por nosotros, y su vida perfecta es considerada por Dios como nuestra vida divinamente perfecta. Solamente en El tenemos divina y perfecta perfeccin.
La historia de la Pasin de nuestro Seor Jesucristo, caminando desde el cielo a Belem, desde Nazaret a Jerusaln, y desde el Getseman al Calvario, hizo posible que la humanidad cada sea considerada por Dios como divinamente perfecta y buena en gran manera. La Pasin de nuestro Seor Jesucristo hizo posible que Dios siga teniendo "Pasin por la Perfeccin" y que nosotros seamos en El perfectos como Dios es perfecto.
Pasin Por La Perfeccin: Una Paradoja Divina? O Una Divina Paradoja?
Durante ms de treinta aos, me he dedicadoa la investigacin y he publicado numerosos trabajos mdicos y cientficos. Sin embargo, este es mi primer intento de caminar descalzo por terreno sagrado.
Comenc a estudiar las Sagradas Escrituras a los ocho aos de edad y he ledola Biblia con diversos objetivos que van de lo superfluo a lo trascendente: desde ganar un concurso bblico a conocer la verdad o alcanzar la vida eterna. No obstante, tengo que reconocer que he fracasado rotundamente en todos mis intentos, si bien, finalmente y gracias a Dios, he entendido que el camino verdadero de salvacin no es una doctrina, sino una persona: Jesucristoes el camino, la verdad y la vida eterna. Nadie va alPadre Eterno, si no es por medio de la atraccin del Espritu Santo hacia Jesucristo.
Ahora, al igual que mi colega el doctor Lucas, he escrito un libro para procurar poner un poco de orden (en mi mente) a la historia de las cosas ciertsimas, despus de haber tratado de investigar con diligencia del Gnesis al Apocalipsis (cf. Lucas 1, 1-3), a pesar de que, tengo que reconocer humildemente y por adelantado, no soy profesor de Biblia, ni erudito en las Escrituras, ni telogo, ni experto en Historia, ni literato; simplemente soy un pecador enamorado de Dios que, al igual que los pescadores y recolectores de impuestos de antao, he intentado escribir un libro acerca del Libro de los libros, con el fin de darle toda la gloria y toda la honra nicamente a Dios.
Actualmente soydirector de la Sociedad de Investigacin Biblica (Biblical Research Society) y aunque me considero de los pecadores el segundo para no contradecir al apstol Pablo (cf.ITimoteo 1, 15),confo nicamente en la misericordia y en la Gracia Divina. De hecho, ya se han efectuado todos los trmites legales para el gran da de mi Juicio final: el Juez Supremo ser mi pap (Padre Eterno), mi abogado defensor ser mi hermano mayor (Jesucristo), mi intercesor ser el Santo Espritu; y aun ms, el fiscal acusador no estar presente, porquelo han echado fuera (cf. Apocalipsis 12, 10). Entretanto y por adelantado, la Corte Suprema de Justicia me ha dicho: No temas, cree solamente (Marcos 5, 36); y ya me han otorgado unas inmerecidas vacaciones de descanso (reposo) para que disfrute acompaado de mi bellsima familia del paradisaco clima del sur de California.
