subject: AnarquÃa Primer Disparador Del Caos Social [print this page] Teora Del Caos Social / CAPTULO 8: Anarqua, primer disparador del caos / ISBN 9789801241312
El anarquismo ha penetrado de forma difusa en amplios movimientos sociales informales, implcitamente libertarios, y por otra parte ha marcado con su sello numerosos cambios sociales pero, para cada una de las transformaciones de carcter libertario en las que podamos pensar es fcil citar decenas de micro- evoluciones que van en un sentido explcita o implcitamente totalitario, la sociedad parece desplazarse ms bien en direccin a una reduccin que hacia un incremento de las libertades y de las autonomas bsicas.
Para que la anarqua evolucione desde la instancia de disparador' del caos social hacia la de reconstructor' de la sociedad (que es lo que, en esencia han planteado los anarquistas a lo largo de la historia) es imperativo re-contextualizar un conjunto de temas, que son pre identificados como tabes y cuya carga ideolgica y emocional bloquea cualquier posibilidad de reflexin. Este exorcismo conceptual es tanto ms necesario cuanto que se trata precisamente de temas constitutivos y fundamentales del pensamiento anarquista.
Qu relacin tiene la anarqua con el concepto de poder social? Para muchos slo se puede formular en trminos de negacin, de exclusin, de rechazo, de oposicin, o incluso de antinomia.
4.- Un comienzo totalmente anrquico
Nada como un ejemplo para graficar un concepto. Por eso comienzo por el final (el epgrafe 4), y no por el principio que usted se esperaba, el de las definiciones y el repaso histrico. Eso, lamentablemente no lo va a conseguir en este epgrafe. Si quiere, dirjase al ltimo de este Captulo, que es el A o el III, no estoy seguro, o evtese la molestia y el tiempo de buscarlo y qudese en este mal-ubicado epgrafe 4, o cierre el libro (o la pantalla, o la pgina) y dedquese a leer otra cosa, o... tal vez usted sea tan anrquico como yo y prefiera ir en contra del anarquismo endgeno y subjetivo y prosiga con la lectura de este comienzo totalmente anrquico.
As es, exageraciones aparte, la graficacin ms comn de lo que es ser un anrquico'. Yo suelo explicitarlo en mis conferencias con este otro ejemplo: Imagnese que yo lo reto a usted y a sus amigos a confrontar nuestras diferencias (cualquiera, escoja usted alguna) con un encuentro deportivo el prximo fin de semana. Suponga que en la confrontacin de las ideas hayamos quedado empatados' (duce' dicen en el Tenis... safe en beisbol... igualados a x tantos manifiestan los fanticos del ftbol) y acordemos dirimir nuestras diferencias con un juego. Asumamos que es de ftbol (balompi o soccer), y no es porque yo sea fantico de ese deporte (honor a la verdad, el nico deporte que me apasiona es la lectura) pero lo tomo como ejemplo porque, aseguran los cronistas especializados en el tema, es el deporte de mayor popularidad en el mundo y al seleccionarlo aumento las probabilidades de que usted se sienta identificado' con el ejemplo y motivado a seguirme con el planteamiento.
Llega el ansiado domingo. Son las 9:30 de la maana y hace ms o menos media hora que usted y sus compaeros de juego estn practicando con una pelota de estreno', a la espera de nuestra llegada. Hoy tambin estrenan uniforme pues la ocasin, aleg usted, lo ameritaba. No todos los das uno se enfrenta deportivamente, dijo usted, con el escritor de un libro, su editor y los impresores. Y all lo encontramos a usted con sus amigos, frente a una de las dos porteras, practicando chuts' al arco y a un costado del bien cuidado gramado del campo de ftbol, un entrenador amigo suyo con dos sus de sus mejores jugadores, a quienes est recordando jugadas y movimientos tcticos para infringirnos una descomunal derrota. Nuestra llegada interrumpe la prctica y produce un desconcierto en ustedes:
Dos de nosotros venimos ataviados con los uniformes y los implementos para jugar Hockey sobre grama. Tres vienen elegantemente vestidos para un torneo de golf (con sus respectivos caddies') y los restantes nueve (Si, somos numricamente ms que ustedes) llegan luciendo con orgullo el uniforme y los implementos originales' de Los Leones del Caracas, una de las franquicias de bisbol de mayor abolengo en Venezuela. Nos acompaan los cuatro rbitros que dirigirn el enfrentamiento: Un linier de ftbol, un coach-ball' de hockey, un Chief-Umpire de las ligas menores de Los Criollitos de Venezuela y un rbitro de boxeo internacional, colegiado por la Asociacin Mundial de Boxeo Amateur.
De inmediato yo lo conmino a discutir conmigo las reglas' del enfrentamiento deportivo bajo la supervisin (y aprobacin tcita) de los cuatro rbitros, mientras mis compaeros de juego calientan' el cuerpo con jugadas e intercambio de pelotas propias de cada una de las tres disciplinas deportivas. Cul, cree usted, que sera su primera reaccin? Y la de sus compaeros de equipo? Y si despus de la sorpresa y las risas iniciales yo le insisto, muy seriamente, en que debemos discutir las reglas' para un enfrentamiento de slo tres innings' y mximo de cinco goles, en los que estar prohibido-por-regla' la aproximacin por un berdie' y que un hoyo-en-uno' equivale a dos carreras... Qu me dira? Cul sera su reaccin? Aceptaran jugar o...?
Si, tiene razn: Ese juego sera una anarqua total. Una anarqua pero no un desorden; tal vez un desconcierto que plantea desde sus inicios una crisis: Jugarn? Es esto un chiste' o una competencia seria? Nos burlamos de ustedes, o es que ustedes desconocen la potencialidad de cualquier crisis como sta- para provocar un caos? Pero esa crisis anuncia otra, profundamente conceptual: La crisis antecede a la anarqua o es la anarqua el detonante de la crisis? Dejemos de un lado lo significante del juego, que al final de cuentas, ustedes jams iban a jugar por tratarse de un evento catico' (por lo anrquico de su planteamiento) y vayamos hacia el anlisis del significado: El rol de la anarqua en los procesos deconstructivos y reconstructivos de las sociedades humanas, y su papel estelar como generador del caos social y como producto del caos.
Deconstruccin social
Por definicin, por accin y por objetivos, toda anarqua, entendida como conducta que refleja un proceso ideolgico, es en esencia deconstructiva. La definicin operativa de anarquismo comnmente aceptada, precisa que el anarquismo es..."una expresin poltica antagnica con cualquier sistema de dominacin", una definicin que de entrada deconstruye a partir de procesos histricos y acumulaciones metafricas (con referencias a los conceptos nihilismo' y acracia'), mostrando que lo claro y evidente dista de serlo. La deconstruccin, concepto introducido por el filsofo postestructuralista francs Jacques Derrid[1], surge del mtodo implcito en los anlisis del pensador alemn Martin Heidegger[2], fundamentalmente en sus anlisis etimolgicos de la historia de la filosofa.
El trmino desconstruccin es la traduccin que propone Derrid del trmino alemn Destruktion, que Heidegger emplea en su libro Ser y tiempo. Derrid estima esta traduccin como ms pertinente que la traduccin clsica de destruccin' en la medida en que no se trata tanto, dentro de la deconstruccin de la metafsica, de la reduccin a la nada, como de mostrar cmo ella se ha abatido. En Heidegger la destruktion conduce al concepto de tiempo; ella debe velar por algunas etapas sucesivas la experiencia del tiempo que ha sido recubierta por la metafsica haciendo olvidar el sentido originario del ser como ser temporal. Las tres etapas de esta deconstruccin se siguen en busca de la historia:
La doctrina kantiana del esquematismo y el tiempo como etapa prealable de una problemtica de la temporalidad;
El fundamento ontolgico del cogito ergo sum de Descartes y la retoma de la ontologa medieval dentro de la problemtica de la res cogitans;
El tratado de Aristteles sobre el tiempo como discrimen de la base fenomnica y de los lmites de la ontologa antigua.
La deconstruccin no debe ser considerada como una teora de crtica literaria ni mucho menos como una filosofa. La deconstruccin es en realidad una estrategia, una nueva prctica de lectura, un archipilago de actitudes ante el texto. Investiga las condiciones de posibilidad de los sistemas conceptuales de la filosofa pero no debe ser confundida con una bsqueda de las condiciones trascendentales de la posibilidad del conocimiento. La deconstruccin revisa y disuelve el canon en una negacin absoluta de significado pero no propone un modelo orgnico alternativo.
La mayora de los anarquistas y algunos autores de la Escuela de Frankfurt[3] consideran que los modelos de comunicacin de masas contribuyen a bloquear la dinmica de los cambios sociales, al convertirse en poderosos instrumentos de manipulacin, a partir de los cuales las clases dominantes' imponen su ideologa a las clases dominadas, en una especie de industria masificada' de la conciencia. En este contexto, tanto los anarquistas como estos representantes de la Escuela alemana aludida, creen necesario elaborar un discurso alternativo al dominante, como paso necesario para deconstruir los estigmas de la sociedad y reconstruirla a partir de las subjetividades individuales.
Pero la ms importante y profunda- definicin de la deconstruccin social la encontramos en la conferencia "Antagonistas en busca del ltimo Imperio del milenio", dictada por Omar Villota Hurtado en la Vicepresidencia de la Repblica Bolivia La paz / 28 mayo 2009:
"La vida en el siglo XXI asume como caracterstica la reconstruccin y la deconstruccin social incesante, ocasionada por el aprendizaje continuo y la inestabilidad laboral. Si esa misma concepcin filosfica la inmersamos en la tecnologa, entonces se hablar ya de ciudadano global y sus ciudades -otrora polis- se habrn convertido en comunidades virtuales. Esto es, personas comprometidas en desarrollar intereses comunes utilizando Internet. Se abre, por lo tanto, el espacio desde antagonistas en busca del ltimo Imperio del milenio".
La revolucin de las sexualidades, la integracin de ritmos musicales y la arquitectura como corriente de expresin monumental son algunas de las vas ms obvias a partir de las que se manifiesta la deconstruccin social; sin embargo, ellas y otras manifestaciones del comportamiento social menos globalizadas -aunque no menos importantes- tienen sus orgenes en los mismos fundamentos epistemolgicos de la anarqua y un epicentro comn: el caos como generador de nuevas e impensables realidades.
A.- La maravillosa anarqua del caos
Iniciamos con una apreciacin desconcertante, no tanto por lo que engendra en s misma, cuanto por quien la profiere: Toms Ibez[4] en la pgina 33 de su Actualidad del Anarquismo':
"El caos es agobiante e inquietante. Pero tambin puede ser seductor y excitante. Sin embargo, siempre se nos presenta como inacabado, transitorio; algo que est a la espera de otra cosa. De qu? Pues sencillamente de que aparezca, por fin, un Orden. La calma despus de la tormenta. El caos puede ser agradable durante unos instantes, puede ser til para romper rigideces y para abrir horizontes. Pero el caos permanente es una pesadilla. Frente al caos, el Orden. Cualquier Orden. Frente al tumulto, la tranquila y precisa ordenacin de todas las cosas en torno de un claro punto de referencia, de un principio, de una estabilidad... de un Centro".
El concepto poder y, ms concretamente, el concepto poder poltico es uno de los primeros que no han podido desacralizar los anarquistas y que an bloquean las oportunidades y las condiciones de unarenovacin del anarquismo. Es usual observar que ellos recurrena posicionamientos sobre la cuestin del poder comouno de los principales criterios que permiten discriminar entrelas posturas libertarias y las que no lo son, porque el poder constituye el principal elementodiferenciador entre los grados de liberalismo anrquico que presentanlos distintos pensamientos socio-ideolgicos, as comode las muchas y diferenciadas actitudes sociopolticas, tanto individuales comocolectivas.
Aunque hay aproximaciones entre anarquismo y poder poltico que pareceran una incongruencia conceptual, pero que desde el fondo rescata las races de la participacin popular, al mismo tiempo que valida las teoras sobre la liberalidad horizontal del anarquismo. Es la simbiosis anarquismo poder popular. En efecto, el anarquismo que quiere socializar los medios de produccin, tambin quiere socializar el poder y evitar que ste se convierta en el privilegio de unos pocos. Por eso este movimiento pretende construir un poder colectivo que surja de las relaciones sociales libres y que slo se conciba en horizontalidad y diversidad.
En principio, la osada de asociar anarquismo con poder para incluirlos en el mismo ttulo, parece una contradiccin irresoluble o una broma de mal gusto hacia cualquier anarquista. Esto, porque el poder es usualmente sinnimo de dominio y el anarquismo sociopoltico, aquel que aboga por una sociedad sin gobierno, rechaza toda forma de autoridad, objeta la imposicin de la voluntad propia sobre la de los otros. Sin embargo, Debe el poder ser entendido nicamente como una imposicin autoritaria, como un "poder sobre"? No se puede comprender el poder de otra forma, es decir, como un "poder-hacer colectivo", un "poder-construir en conjunto"?
Anarqua y sociedad participativa:
El trmino anarquismo abarca una gran cantidad de ideas polticas, aunque quizs la mejor manera de definirla es concibindola como "la izquierda de todo movimiento libertario", visto como una especie de socialismo voluntario, en el que podemos incluir al anarcosindicalismo, y al anarquismo comunista, para no contradecir los postulados de Bakunin[5], ni los de Kropotkin[6], dos grandes pensadores que proponan una forma de sociedad altamente organizada sobre la base de unidades orgnicas o de comunidades orgnicamente anrquicas, cuya manifestacin obvia elemental seran el taller y el barrio, y a partir de este par de unidades orgnicas derivar mediante convenios federales una organizacin social ms integrada que podra tener alcances nacionales e internacionales. En esta sociedad participativa, nacida o ms bien surgida' desde los postulados anarquistas las decisiones a cualquier nivel, habran de ser tomadas por mayora y sus delegados representantes tendran que provenir de su seno, a la cual han de volver y en la que de hecho desarrollan todas sus actividades.
Tradicionalmente, el anarquismo se ha preocupado de las relaciones de poder, explotacin y opresin por la economa, dios y el estado. El anarquismo, reducido a su forma ms bsica, trata de los diferenciales de poder en todas las esferas de la vida y es por ello que una sociedad anarquista pretende buscar valores para la emancipacin, instituciones y resultados que eliminen la totalidad de las opresiones. ste es precisamente el objetivo anarquista de una sociedad participativa: producir la liberacin en todas las esferas de la vida. Esta visin de una sociedad fundamentada en la coparticipacin est firmemente enraizada en la tradicin anarquista.
Han existido sociedades cuantitativamente pequeas que han logrado realizar el ideal anarquista. El ejemplo tal vez ms dramtico es el de los kibbutzim israeles, que durante un largo periodo estuvieron regidos por principios anarquistas, como la autogestin, el control directo de los trabajadores en toda la gestin de la empresa, la integracin de la agricultura, la industria y los servicios, as como la participacin y prestacin personales en el autogobierno. Estas estructuras sociales que tuvieron un xito extraordinario.
Para alcanzar las cotas de xito de los kibbutzim, los valores societales deben basarse en la solidaridad, la autogestin, la igualdad, y la diversidad. Solidaridad significa preocupacin y compasin por los dems. Igualdad significa que la remuneracin es equivalente al esfuerzo y al sacrificio. Autogestin es la toma de decisiones en proporcin al grado en que afectan al colectivo. Diversidad significa para el anarquista diferentes formas de vivir para poder elegir.
El boceto de una sociedad anarquista y participativa est basado en los anteriores valores de solidaridad, autogestin, diversidad e igualdad. Abarca varias caractersticas e instituciones para todas las esferas de la vida como parentescos, cultura, poltica y economa. Algunas de estas visiones estn basadas en bocetos preliminares. Otras, como el modelo de Economa Participativa, estn ms desarrolladas, con libros escritos sobre el modelo, y tambin ampliamente expresadas en debates e intercambios; incluso existen organizaciones de activistas e instituciones que son experimentos de este modelo econmico.
Todo lo anterior -me refiero al concepto de sociedad participativa- tiene un nico origen, y este es la anarqua? Puede el comunismo -como teora econmica y como fundamento poltico- propiciar una participacin societal ms equilibrada y justa sin necesidad de la cosmovisin anarquista? Vamos a realizar algunas aproximaciones conceptuales para destrenzar la madeja que envuelve objetivos con principios e ideales. Ms adelante, en el epgrafe III ("Un repaso conceptual e histrico") volveremos sobre estos conceptos para ponerlos en perspectiva respecto a la anarqua, y a sta como disparador del caos social.
Hacia fines del siglo XIX, la revolucin industrial dejaba sus huellas en la sociedad: el capitalismo en crisis y las masas obreras sumidas en la miseria. La consecuencia ideolgica de este contexto se tradujo en la rpida difusin de corrientes de pensamiento tales como el socialismo y el anarquismo. El movimiento obrero, en efecto, se identificara con tales tendencias. Histricamente, el socialismo surgi a principios del siglo XIX, como consecuencia de los eventos desencadenados por la Revolucin Industrial y la Revolucin Francesa. Este perodo fue conocido como socialismo utpico y en esta etapa se realizaron agudas crticas a las contradicciones estructurales del capitalismo.
El perodo utpico finalizara con los aportes tericos de Marx[7] y Engels[8] y su transformacin en movimiento poltico de masas a partir del desarrollo del proletariado. El socialismo cientfico busc comprender los hechos sociales y econmicos postulando como tesis central que el socialismo nacera en el seno de la sociedad capitalista, dado que su desarrollo era consecuencia espontnea de las contradicciones mismas del proceso econmico social. En esta nueva fase, el objetivo sera la conquista del poder por parte del proletariado organizado en partidos y la instauracin de un nuevo Estado, la dictadura del proletariado, concebida por Marx como la forma parlamentaria similar a la Comuna de Pars, basada en el pluralismo poltico, que realizara la transformacin socialista de la sociedad. Segn la concepcin marxista, el socialismo se corresponde a la primera etapa del comunismo, en que slo son de propiedad colectiva los medios de produccin y cada uno trabaja segn su capacidad o aptitud y recibe consume segn su trabajo. Durante la fase comunista, en cambio, esta concepcin sera modificada: cada uno recibir segn sus necesidades.
El comunismo refiere a un estado social en el cual los medios de produccin no pueden pertenecer a propietarios privados. Se trata pues, de una sociedad sin clases en donde ningn grupo humano podra explotar a otro, ni tampoco los individuos pueden hacerlo entre s. El comunismo es as, un sistema poltico, econmico y social basado en la comunidad de bienes en el que se haya abolida toda propiedad privada.
El anarquismo, es una doctrina que sostiene que toda autoridad poltica es innecesaria e incluso nociva. Cuestiona adems otras formas de autoridad como la jurdica y la religiosa, porque sostiene que una sociedad justa solo podra lograrse a travs de una abolicin de la autoridad; abolicin que dara paso a la bondad innata del hombre para cooperar solidariamente con los dems. De esta forma, para la anarqua es posible una forma utpica de organizacin social que excluya al Estado de modo que este puede mantiene sin coaccin. Se basa en las libertades individuales y promueve la absoluta libertad del individuo. El anarquismo fue postulado por primera vez por W. Godwin[9] y su obra continuada por Bakunin, Kropotkin, Malatesta[10] y otros. Fue en 1872, durante la 1ra. Internacional, cuando se produce un cisma entre los partidarios de Marx y los de Bakunin, y los anarquistas decidieron utilizar el terrorismo como mtodo de lucha.
La anarqua es caos, o el caos antecede a la anarqua?
Unos asumen que la anarqua es la mxima expresin del orden; niegan de plano que sea una utopa y antes bien la consideran una realidad de vida. Son los que afirman que la anarqua implica el mayor orden e igualdad social posible, pues es una sociedad libertaria en la que todos son iguales y tienen el mismo derecho bsico, el de la libertad: Libertad de pensamiento y de accin, pero sin perder de vista que una persona deja de ser libre en el momento en que priva a otra de su libertad, por eso en una comunidad anarquista, los habitantes ejercen un derecho bsico, un deber indispensable: ser altamente auto-responsables.
Como dentro de lo anrquico se ha hablado bastante del caos, (la mayora de las veces oponiendo el caos frente a la anarqua) intentemos ver al caos como estructura consecuencial de la anarqua, abriendo an ms sus posibilidades en la lucha por la transformacin de la realidad y no desde el punto de vista adormilado o disfuncional. La no-linealidad del tiempo incluye e involucra a la anarqua (bien como proposicin personal... bien como filosofa social) en especial la no-linealidad del tiempo social como recurrencia cclica y determinista, como avatar inevitable. Frente a esta circunstancia, anarqua y caos tienen una misma posicin frente a la linealidad, aunque por motivos no compartidos, si por objetivos comunes: la linealidad es un control, un poder que se proyecta en el espacio-tiempo y del que nicamente pueden liberarse las sociedades a partir del caos que se deriva de las entropas sociales, entropas que slo pueden surgir desde el seno de una visin anrquica, liberadora y contestataria.
Los anarquistas temen cualquier aproximacin, o referencia, o vinculacin directa con el caos porque, al igual que la mayora, estn adiestrados para buscar certezas. Los anarquistas buscan acabar con el orden existente aspirando a construir "el nuevo mundo que llevamos en los corazones", pero con iguales parmetros de ese viejo mundo que pretenden suplantar. No atinan a ver en el caos, ese otro orden' no lineal que se manifiesta a travs de las incongruencias aparentes, pero que surge de una realidad, irregular y discontinua, y que se manifiesta hasta en los eventos ms simples y comunes, como los mltiples procesos auto organizados que conforman la naturaleza, por ejemplo un ro, el agua hirviendo, una bandada de pjaros volando, nuestro cerebro, o el torrente sanguneo.
Mala costumbre esa de confundir, y muchas veces asociar caos con desorden. Lo percibimos en la cotidianidad de los eventos que se vuelven noticias: "Hubo un accidente en la Autopista X', y el trnsito es un caos" narra el reportero de sucesos, mientras la cmara percibe, desde el helicptero de la estacin televisiva, efectivamente un accidente de trnsito que tranca el flujo vehicular, mientras largas y ordenadas' lneas de vehculos se proyectan por kilmetros. El accidente caotiz' el trnsito, pero no lo desorden; simplemente produjo otro orden, en este caso la fila ininterrumpida de vehculos, que bien visto result ser un orden muy conveniente si, en vez de promover la productividad de todas esas personas varadas en las filas, usted quisiera realizar el trabajo de campo de una investigacin social.
Otros acostumbran adjetivar ese otro orden' con anarqua. "El trnsito sobre la Autopista X' se ha vuelto anrquico' anuncia el locutor desde el helicptero, mientras observa cmo los conductores que se aproximan a la cola del tapn vehicular' intentan regresarse en retroceso, o traspasar la cota de separacin para acceder a la contrava que los retorne. Todas las acciones subjetivas e independientes que cada conductor ejecuta para no caer en el atasco, son acciones de acracia' que inevitablemente producen una situacin confusa. Es un caos'? Es una conducta anrquica'? Ninguna de las dos preguntas nos llevar a la respuesta correcta, porque lo que se produce ah es un Vrtice', un reacomodo de indefiniciones momentneas y circunstanciales que genera un reordenamiento, independientemente del tipo y la calidad del orden nuevo' que se produzca.
Pero iniciamos este epgrafe con un par de preguntas fundamentales que deben ser respondidas a satisfaccin. Vamos hacia eso. Es la anarqua, caos? Como muchas cosas en la vida, la respuesta no slo es compleja pues involucra ms de una respuesta posible y cierta. Empecemos: Si consideramos al caos, no como desorden, sino como un tipo de orden desconocido, o bizarro, o diferente -pero orden' al fin de cuentas- podramos afirmar sin lugar a dudas que la anarqua genera un nuevo o distinto orden que puede asumirse como caos' si se le concepta a partir del orden que trasgrede la anarqua.
Decimos entonces que la anarqua produjo un caos. Un caos all', en el otro orden. En el orden subvertido. En el status quo' que transgredi. Es, por tanto, un caos que se auto organiza y produce patrones ordenados[11]. Pero los anarquistas insisten en que anarqua no es caos. Definen al caos como desorden' y por lo tanto, no hay aproximacin conceptual posible. Pero Y si redefiniramos a la anarqua desde sus orgenes? Cul es el disparador de la crisis que conduce hacia la anarqua? Cul es el resultado perceptual de la ruptura entre el orden del poder y la irrupcin de los valores anrquicos? La respuesta es una sola: Un caos. Un caos conceptual para quien subvierte el orden establecido, desde el orden nuevo de sus valores, que por cierto genera un desorden' en quienes no comparten ese' nuevo orden del sin-gobierno', que es la anarqua.
Pero tambin la anarqua es, tanto en sus inicios como irruptor del orden, como en la prosecucin de sus valores, un caos operativo, que equivale al desconcierto que produce un otro orden' desconocido y muchas veces inesperado... pero orden, al fin y al cabo. Un caos que no slo es operativo (como vamos a demostrar en los prrafos subsiguientes) sino permanente. Una caotizacin' crtica que en las nuevas estructuras sociales surgen a propsito de la concepcin anrquica de la sociedad. En tal visin del proceso, existe una relacin de causa- efecto mutua y cclica entre la caotizacin de las estructuras sociales (concebida como requisito para la negentropa' o epifana' de nuevos estadios sociales) y la anarqua necesaria para generar y luego asumir los cambios que conduzcan hacia estructuras societales redefinidas sobre un nuevo andamiaje moral y tico, producto esa actitud y conducta intrasubjetiva y revalorativa que se identifica como anarqua.
Haz y envs de una misma moneda; origen y consecuencia del mismo producto social, la anarqua y el caos constituyen la dupla que genera la chispa necesaria para la reorganizacin de las sociedades donde nadie es el depositario absoluto del poder y por tanto nadie oprime a nadie por ser la autoridad representante de ese poder; una sociedad donde la libertad y la igualdad de todos son respetadas; all donde la solidaridad y la cooperacin conducen a relaciones ms sinceras, y en la que cada quien puede expresarse libremente, llevando una vida digna sin que est sometida a la voluntad de un poder constituido o sea a costa de otros.
Pero Qu puede suceder cuando algunos ciudadanos que viven en esas estructuras sociales, soportadas sobre valores anrquicos, irrumpen contra el natural y humano enquistamiento' de la estructura? Qu pasa si alguien pone en tela de juicio los niveles' o los procesos' que dan vida a una sociedad basada en los valores anrquicos? Surge un vrtice social. Y surge espontneamente, porque por muy anarcocentrada' que est una agrupacin humana, siempre existir el disenso, la inconformidad (as sea parcial) o tal vez una visin ms novedosa (y por lo tanto, ms anrquica) todo lo cual producir irreversiblemente el vrtice necesario para la consolidacin de un caos. Un caos que, vale recordar, es la manifestacin de otro orden', ni ms ni menos anrquico, pero distinto.
Podramos definir al caos como el libre albedro' de las disidencias, el resultado, totalmente anrquico -que conduce hacia un orden superior y ms justo- de los vrtices caticos que produce el caos. De hecho, podramos afirmar que el caos es la piedra fundacional de la anarqua, porque tal como lo sostiene Bakunin...
"... La libertad no es, pues, un hecho de aislamiento, sino de reflexin mutua"... (y toda reflexin caotiza' los conceptos)... "; no de exclusin, sino, al contrario, de alianza, (las alianzas propician el nacimientos de las entropas)... pues la libertad de todo individuo no es otra cosa que el reflejo de su humanidad o de su derecho humano en la conciencia de todos los hombres libres, sus hermanos, sus iguales".
Las 7 Leyes del Caos Social en los procesos anrquicos:
Aunque tendemos a aborrecer el caos y a evitarlo siempre que nos sea posible, la naturaleza lo utiliza como medio adecuado para crear nuevas entidades, conformar acontecimientos y mantener la cohesin del Universo. Las sociedades tambin, en tanto que universo social que busca permanentemente equilibrio y cohesin. Pero el caos social resulta ser una realidad bastante ms sutil que la idea comn de una confusin ocurrida al azar; los cientficos se refieren al caos como a una interconexin subyacente que se manifiesta en acontecimientos aparentemente aleatorios. La ciencia del caos se centra en los modelos ocultos, en los matices, en la sensibilidad de las cosas y en las reglas sobre cmo lo impredecible conduce a lo nuevo.
Se puede deducir, entonces, que el caos es de manera simultnea, nacimiento, destruccin y creacin. La historia del universo nos lo reconfirma. Fuera del caos de los gases primigenios, se desarrollaron muchas clases de rdenes estables, incluyendo probablemente las rbitas predecibles de sistemas planetarios similares al nuestro. Las partculas subatmicas que gener el big bang, dieron nacimiento a un cosmos que tambin se encuentran dentro de nuestros cuerpos en formas ordenadas. Cuando morimos, esas formas energticas ordenadas que llamamos cuerpo, soma o residencia tempo-tridimensional retornan al flujo del caos, que sigue trabajando tanto en la explosin galctica, como en la implosin de las asociaciones societarias.
El orden paradjico del caos no slo yace oculto dentro de los confines de la lgica en la matemtica pura. Tambin reside en nuestro pensamiento y en todo lo que nos rodea, pues fluye alrededor y a travs de nosotros, impactndonos y ejerciendo fuerte influjo en las organizaciones sociales, pues vivimos dentro de movimientos que afectan a los dems, del mismo modo como los de los dems nos afectan a nosotros. Todo ello crea un caos sutil e imprevisible a muchos niveles, pero es dentro de ese mismo caos que han nacido todos los rdenes psicolgicos y fsicos que conocemos.
La metfora de la teora del Caos Social nos ayuda a entender la interaccin dinmica y dialctica entre caos' y anarqua', a partir del conocimiento explicativo de un corpus de Leyes que no slo transgreden la linealidad copernicana de la ciencia, sino que envuelven y se adentran en las estructuras sociales... En sus principios originarios... En sus procesos reconstructivos... La anarqua, en tanto que producto sociopoltico de la humanidad, tiene una vinculacin estrecha con las Leyes fundamentales del Caos Social, como veremos a continuacin.
La primera Ley del Caos Social es laley del vrtice creador.
Esta es la ley de la creatividad y de la renovacin colectiva. Segn esta ley, toda actividad en la sociedad y en la naturaleza es vrtice creador colectivo, pues en el caos los individuos son parte indivisible del todo, idea cercana a la relacin microcosmos/macrocosmos de los griegos.
La teora del caos desmonta la ilusin tecnolgica del control, tanto de la naturaleza como de la vida humana. La imprevisibilidad de los sistemas caticos expresa que el control social es un espejismo y propone a los individuos que, en vez de resistirse a las incertidumbres de la sociedad, las acepte como un ejemplo endgeno de la ilusin de control social con la que las organizaciones humanas pretenden subsumir a los individuos que manifiesten esa rebelda consciente y auto gestionada' - llamada anarqua' - que nace de esa energa cintica que lo impulsa a cuestionar estructuras, reglas y autoridades, de igual modo los principios fundacionales, la tica y la visin de una sociedad que les resulta de algn modo hostil o castrante.
Como respuesta al caos social aparece la creatividad individual como la manifestacin palpable de la energa cintica del vrtice social. Una energa que nace y permanece desde y en el individuo. La vida de las sociedades es una paradoja constante pues reside tanto en la controlentropa que generan sus estructuras, como en el cambio creativo que producen los individuos. Un cambio creativo que es producto del dinamismo interno de los sistemas que en determinados momentos, introduce el caos. Hablamos de situaciones de desequilibrio social que precisan de una respuesta ms all del orden interior y ese nuevo orden dinmico es la solucin creativa que brota desde una cosmovisin anrquica. La pervivencia de la vida social precisa del caos y ste mana de la creatividad como un subproducto de la anarqua.
El vrtice es la clave para entender la estructura mltiple y compleja de las sociedades y de cmo se halla contenida una energa socialmente cintica dentro de ella, que apunta permanentemente hacia el cambio, hacia la entropa de las estructuras. La partcula elemental de la sociedad - el individuo- es un vrtice de energa en s mismo y el vrtice que resuelve el enigma fundamental de la sociologa moderna, pues muestra por primera vez cmo es que esta energa de cambio, individual y anrquica, est "encerrada" en la estructura social.
Los estudios sobre el comportamiento del hombre en sociedad, desde Durkeim a Rodrgues, pasando por Luis Recasens Siches, describen al individuo como sujeto' de la sociedad. El vrtice nos brinda una imagen mucho ms clara: el movimiento dinmico de las ideas es el fundamento mismo del hombre y no hay nada en l que est sujeto o encerrado. Ahora podemos verdaderamente apreciar lo que Einstein quera significar cuando hablaba de que la masa es equivalente a la energa. Y aqu nos referimos, no a la masa' de irracionales sumisos y aglomerados' que describiera Jos Ortega y Gasset en La rebelin de Las Masas', sino a masa entendida como indiferenciacin dispersa de sujetos pensantes y ubicables en un espacio geogrfico predeterminado. El gran logro del La Ley del Vrtice consiste en la representacin de la materia social - el hombre pensante- como energa vital de la sociedad. La concepcin relativa' de Einstein volvi a la energa del cambio en un concepto inteligible y aplicable a la sociologa moderna, al describir la forma en que la energa -vale decir, el individuo como vrtice de energa en s mismo- adopta roles de cambio y de transformacin dentro de las organizaciones sociales.
Ahora bien, esta energa social' es inmaterial. No hay un ocano de energa social' parecido al de ter. No es alguna sustancia o un fluido que flota alrededor de nosotros. La energa social' es dinmica endoactiva, es accin emprendedora, es cambio social y podemos representarla como un movimiento, como aquellos movimientos excntricos y particulares que dibujan' una elipse irregular alrededor de un atractor extrao', al cual hicimos profusa referencia en el Captulo N 1. Del mismo modo que el movimiento no pude existir sin una direccin determinada, la energa social' no existe sin un objetivo definido. No es que la energa social' forme un vrtice entrpico o una onda de cambio. El individuo, en tanto que energa de ese vrtice, es la partcula generadora del cambio.
El vrtice de energa social' es una imagen simple, aunque poderosa. Nos muestra cmo es que algo tan dinmico como el individuo subyace a algo tan controlador de cambios como la estructura social. El movimiento de los individuos dentro de la sociedad crea estabilidad aunque sus actividades sean flexibles y puedan aparentar estabilidad social, bajo la figura de rutinas sociales, o comportamientos preestablecidos. Este modelo en particular nos permite entender cmo es que la materia social' -el individuo socializado'- puede convertirse en energa social. Que ocurrira si desenrollamos la madeja de la desobediencia civil? Que la organizacin social sucumbira, el sustrato que le da soporte y consistencia a las instituciones sociales desaparecera, y con ellas la estructura misma de la sociedad. De la misma manera, si pudiramos desatar la energa de cambios y de transformacin social que est en cada individuo como vrtice de energa social', la cantidad de cambio liberada sera enorme, pues al igual que la madeja de la desobediencia civil, estaramos frente a un concepto abstracto e invisible, una partcula de vrtice social que es en s misma un potencial de transformaciones, una forma muy concentrada de energa social' capaz de evolucionar las instituciones sociales.
El vrtice social' nos permite explicar de manera muy simple muchas de las propiedades que se atribuyen a la sociedad moderna. Una faceta desconcertante de la sociedad actual consiste en las fuerzas misteriosas que parecen aflorar de ella, con las que todos estamos familiarizados. Considrese por ejemplo, la cohesin corporativa. Todos sabemos que las personas se socializan identificando su proyecto de vida con la visin y las misiones de las corporaciones. Literalmente se adhieren a un imn social y forjan su destino a partir de la corporacin. Estableciendo un paralelismo, podramos afirmar que la carga de atraccin de ese imn es, junto a la atraccin concntrica que generan otras estructuras sociales a las que pertenece o se afilian las personas, una fuerza esencial de la naturaleza grupal y asociativa de las sociedades. Se trata de una fuerza muy real y potente, pero la sociologa tradicional no ha conseguido jams explicarla cabalmente.
El vrtice social nos brinda una explicacin refinada de tales fuerzas, porque los vrtices de energa social son intrnsecamente dinmicos. En caso de superponerse entre s, es evidente que habrn de interactuar. De este modo, el vrtice social se sita en la base de la sociedad y nos muestra el por qu de las propiedades que se le atribuyen. El vrtice social no cuestiona los hallazgos de la sociologa moderna, ms bien establece nuevos fundamentos para ellos, porque ayuda a entender la naturaleza ntima de la estructura de las sociedades y las fuerzas misteriosamente individualistas que suelen ir asociadas a ella. La ciencia social ha explorado en el mbito de la sociologa y la psicologa social, las leyes que rigen la interaccin de los individuos y las organizaciones sociales en el seno de la sociedad. La idea de que la partcula elemental - el individuo- es un vrtice de energa no modifica estos hechos de carcter macro social. En lugar de ello, el nuevo modelo sociolgico que concibe las potencialidades del individuo como las de vrtice social' podra servirnos para reforzar y unificar las leyes de la naturaleza social y del comportamiento humano en sociedad descubiertas hasta el presente, al apuntar hacia un nuevo enfoque.
Cmo explicitar, no slo la naturaleza de ese vrtice individualista y energtico que subyace en las sociedades humanas, sino su desarrollo en medio de las controlentropas que anteponen los sistemas sociales a los cambios potenciales o reales? La nica respuesta posible es la anarqua. La anarqua como vlvula liberadora del individualismo, y paradjicamente liberadora de la sociedad misma, pues la transforma. Como el momento creativo verdadero precisa de las sensaciones paradjicas del saber, pero no saber, de lo conveniente con lo inadecuado, de la certeza y la incertidumbre, de lo ergonmico con lo incmodo, de la alegra y del horror, y hasta del descontrol; es decir, todas las facetas del caos, lo que produce la anarqua es un aumento del grado de libertad. La libertad as entendida pierde su categora moral bsica y puede atribuirse a cualquier sistema social dinmico porque pierde su aspecto juicioso en la medida en que se desvincula de la autoconciencia humana, de la posibilidad de decidir una u otra accin. Esta expresin alude al orden anterior: Cuanto ms rgido, menos dinmico ser, menos posibilidad de cambio y en ese sentido menos grado de libertad. La libertad que se genera desde la anarqua es definida desde la Teora del Caos Social como la potencialidad para el cambio y de ella depende el dinamismo liberador o la enquistacin progresiva del sistema social.
Pero la gran mayora de socilogos y de anarquistas se desalientan ante la posibilidad de concebir a la primera Ley del Caos Social, la ley del vrtice creador, como la esencia creativa del anarquismo desde los inicios de las sociedades, porque les resulta difcil aprehenderla y mucho menos aceptarla. Sin embargo con esta renovada comprensin que aporta el vrtice como embudo turbulento de creatividad social individualista, la complejidad del tema desaparece. El vrtice social' convierte al estudio del caos social en una fuente de comprensin del comportamiento grupal; en un universo de instituciones, organizaciones, agrupaciones, formas de gobierno y estructuras societales que entienden aunque no aceptan, la importancia trascendental del individualismo (y de su manifestacin ms pura: el anarquismo) para la bsqueda transgresora hacia un nuevo orden, ms humano y ms eco-integrado. A pesar de su simplicidad consubstancial, el vrtice social' puede comenzar a resolver los enigmas de la psicologa social que conceptan a las actitudes y a los comportamientos de disonancia y desequilibrio social', como elementos perturbadores y no como lo que en realidad son: energa social de cambio.
La Segunda Ley del Caos Social es la influencia sutil del efecto mariposa'.
En relacin con el efecto mariposa' rescatemos algunos postulados que ya abordamos en captulos anteriores, para ponerlos ac en la perspectiva de su interrelacin con los postulados operativos del anarquismo. El "efecto mariposa" es un concepto que hace referencia a la nocin de sensibilidad en las condiciones iniciales dentro del marco de la teora del caos. La idea es que, dadas unas circunstancias preliminares de un determinado sistema, una mnima variacin en ellas puede provocar que el sistema evolucione en formas completamente diferentes. Sucede entonces que una pequea perturbacin inicial, mediante un proceso de amplificacin o de reduccin, puede generar un efecto considerablemente grande. Un ejemplo claro sobre el efecto mariposa' consiste en soltar una pelota justo sobre la arista del tejado de una casa, varias veces. Pequeas desviaciones en la posicin inicial pueden hacer que la pelota caiga por uno de los lados del tejado o por el otro, conduciendo a trayectorias de cada y posiciones de reposo final completamente diferentes; as los cambios minsculos conducen a resultados totalmente divergentes.
El efecto mariposa' aplicado a la Teora del Caos Social es particularmente til y conveniente para ejemplificar, no slo el proceso catico en la dinmica de las organizaciones humanas, sino tambin el origen anrquico' de tal efecto. Esta ley del caos ofrece una explicacin para la mayora de los fenmenos naturales, desde el origen del Universo a la propagacin de un incendio o a la evolucin de una especie, pero tambin arroja luces esclarecedoras sobre los fenmenos sociales aparentemente inexplicables. En el estudio del comportamiento humano y del consecuencial orden social', el problema parte del concepto clsico de ciencia social, que exige la capacidad para predecir de forma certera y precisa la evolucin de las estructuras y hasta del comportamiento masivo en un conglomerado, desde las ms elementales agrupaciones humanas como la familia y el dintorno social, hasta las ms etreas pero complejas organizaciones sociales como las vecinales, las municipales, el pas y el Estado.
Todo proceso social recorre un ciclo ms bien catico, que en algunas sociedades se manifiesta en forma de yuxtaposicin y en otras de sucesin, pero en ambas abarca cuatro momentos, los cuales se enfocan en mantener bajo su control los procesos entropizadores, pero existe una regla bsica y fundamental para la existencia de ese ciclo: No hay reglas. As de simple... No hay reglas deterministas ni de ningn otro gnero. La espontaneidad y la anarco-induccin' son los nicos disparadores de la influencia del cambio. Un cambio sutil pero profundo y muestra resultados impredecibles que brotan en la aparente espontaneidad de un inicio anrquico.
Para entender cmo el efecto mariposa' es la evidencia de un cambio provocado por la anarqua, es necesaria la amplificacin de las pequeas incidencias anrquicas que provocan un mximo de modificaciones en la sociedad. El cambio sutil que genera una postura anrquica puede identificarse como un comportamiento errtico en un sistema social, que constantemente se balancea entre las presiones para mantener el equilibrio (procesos controlentrpicos) y los efectos desestabilizadores de los cambios y las modificaciones que surgen de su seno (vrtice social). Las organizaciones sociales intentan (y usualmente logran) mantener ese equilibrio pero al no conseguirlo, se hace imposible cualquier prediccin sobre el desempeo de los individuos dentro de ese colectivo, cuando el cambio va ms all de un determinado punto en el que, inducido por la presin social que genera la anarqua, se convierte en conducta social transgresora y desestabiliza.
Esto tiene unas repercusiones muy importantes en el enfoque anrquico de ver el mundo. Como dijo Robert Musil[12] en El hombre sin atributos:
"La suma social total de los pequeos esfuerzos cotidianos de todo el mundo, especialmente cuando se anan, libera indudablemente bastante ms energa en el mundo que las hazaas heroicas singulares. Ese total incluso logra que el esfuerzo heroico individual parezca algo minsculo, como un grano de arena en la cima de una montaa con un sentido megalomanaco de su propia importancia".
La influencia sutil es aquello que el anarquista afirma, para bien o para mal, de acuerdo con su percepcin tica de la vida. Cuando la persona anarquista es negativa o deshonesta, ejerce una sutil influencia sobre los dems, al margen de cualquier impacto directo que pueda tener su conducta. El ser y la actitud anarquista conforman el clima en el que otros viven, la atmsfera que respiran. Aporta los nutrientes de una vida libre donde la otredad' se reconoce y crece. Si el anarquista es genuinamente feliz, positivo, reflexivo, colaborador y honesto, su actitud y su conducta influye sutilmente en aquellos que le rodean porque todos nos sentimos profunda y sutilmente afectados por cmo son los dems.
La influencia sutil, en su sentido negativo -la connivencia- mantiene cohesionados los ciclos de lmite restrictivo; pero en su sentido positivo es vital para mantener los sistemas abiertos renovados y vibrantes. La metfora del caos nos proporciona un nuevo y etreo modo de pensar en la diferencia entre la influencia maligna y la benigna. La sutileza comienza con el hecho de que el poder del efecto mariposa' es, por su propia naturaleza, impredeciblemente anrquico. La influencia sutil de la anarqua en la sociedad tiene formas tan diversas que es excepcionalmente difcil adivinar los efectos a largo plazo de sus acciones, como lo sera el predecir el tiempo atmosfrico de los prximos meses. Quizs por esa razn muchas de las ms sabias tradiciones anrquicas ensean que cualquier accin que propenda hacia la libertad no slo debe mirar por el bienestar de los otros para el futuro, sino que deben basarse en la autenticidad del individuo, ser verdadera en s misma y ejercitar los valores de la compasin, el amor y la amabilidad bsica. El poder sutil de la anarqua est en el reconocimiento de que cada individuo es un ser esencialmente libre aunque indivisible del todo que es la sociedad, y que cada momento catico que la anarqua genera en el presente de las sociedades regidas por el poder (en cualquiera de sus manifestaciones sociales) es un espejo del caos social del futuro, caos presente que conducir indefectiblemente, a la instauracin de la libertad individual como forma de vida superior.
Ser anrquicamente sutil es darse cuenta' de que la sociedad del dominio del hombre sobre el hombre es el ms deleznable de los muchos mundos fractales' y de que es necesaria una mirada microscpica para poder distinguir la diversidad de lo que hay y la diversidad de lo que puede haber, pues todo depende de las acciones de los individuos y su interconexin. El libre albedro que impulsa la anarqua es la gestin genuina realizada por un individuo que conecta con las acciones individuales autnticas de otros, de forma que puedan generar cambios o sostener la dinmica social en un marco de libertad.
La Tercera Ley del Caos Social afirma la creatividad y la renovacin colectivas.
La creatividad, como experiencia anrquica, apunta la paradoja de que los sistemas auto-organizados son individualidades pero que sienten', en el momento creativo, tanto nuestra presencia en el mundo como algo nico, como la conexin con la totalidad a la que pertenecemos.
La tercera Ley del Caos afirma la permanente renovacin colectiva a partir del aporte inter individual. Se trata de un postulado que sintoniza perfectamente con la anarqua, pues se refiere a la capacidad que tiene el ser humano de trabajar y participar espontnea y libremente en la resolucin de situaciones o problemas de la comunidad. Esto es posible porque el pensamiento y la filosofa anrquicas est en sintona operativa con los sistemas abiertos, con los no lineales, con aquellos procesos sociales creativos y caticos, en los que no se requiere que alguna autoridad tenga el poder de decidir por los dems, sino de un sistema social exento de control central pero con altsimas dosis de creatividad colectiva, para que dentro del caos que genera la anarqua, sucedan cosas ordenadas y productivas, que son ms que la suma de partes mecnicas que aport cada quien, pues se trata de formas adaptables y resistentes del colectivo.
Esta ley nos conecta, desde la perspectiva del caos con la actividad en la sociedad y nos muestra que toda la accin en la naturaleza es colectiva; en el caos, los individuos son parte indivisible del todo. El caos ofrece muchas sugerencias sobre las formas curiosas y paradjicas de relacionarse las personas entre s y los grupos con sus miembros y con otras agrupaciones. El caos nos demuestra que cuando diversos individuos se auto organizan libre y espontneamente (es decir, cuando asumen un comportamiento anrquico) son capaces de crear formas sociales adaptables a las nuevas mutaciones del complexo social, pero suficientemente resistentes como para enfrentar con relativo xito la fase entrpica inevitable en toda forma organizativa, hasta que se produzca, inevitablemente, una chispa de anarqua que cuestione ese ordenamiento societal y un nuevo caos produzca la vorgine de cambios sociales en el modelo, tal como lo hemos explicado en la Ley del Vrtice.
La Cuarta Ley del Caos Social es la anarqua que explora el holismo entre lo simple y lo complejo.
Otro factor de importancia capital es observar la forma como lo aleatorio irrumpe en el orden de la anarqua y no es controlable, ni predecible. Tambin en los sistemas ordenados, como por ejemplo los interruptores de los superconductores, en las cotizaciones de bolsa, en las seales nerviosas, o en las redes computarizadas, ocurren repentinos estallidos de conducta aleatoria que anarquizan' sus procesos; es decir, que individualizan' un orden nuevo que no se sujeta al poder preestablecido con anterioridad. Algo muy similar tambin ocurre en los sistemas holsticos de la anarqua. Lo ms propio de un estilo de vidaanarco-holstico es la coherencia de vida, que integra relacin total de pensamiento-sentimiento-palabra-accin, pero an en estos estadios de encadenamiento anrquico, surge el caos cuando se explora entre lo simple de los planteamientos y lo complejo de las ejecuciones. Los planteamientos de una espiritualidad holstica estn firmemente relacionados con el Neo-Anarquismo en cuatro aspectos:
1.- En la autogestin, que es uno de los aspectos fundamentales, posiblemente el que ms. Significa ante todo una filosofa y una metodologa que parten de dentro-afuera, de abajo-arriba, de micro-macro. Significa que cualquier organismo social, en la dimensin en que est vivo, tiene condiciones para resolver sus propios problemas con la metodologa de abajo-hacia-arriba. Es decir, que en principio cualquier persona o grupo est capacitado para, por su propio dinamismo interno, encontrar soluciones para los obstculos que se presenten. Y no slo obstculos, sino para crear desde s mismos otras posibilidades de llevar adelante cualquier proyecto.
2.- En la accin directa, que implica no delegar las cosas, sino experimentarlas personal o grupalmente. Inicialmente, es una postura anti-parlamentaria, porque se desconfa profundamente en que los Parlamentos pudieran solucionar los problemas sociales, ya que los diputados representan sus propios intereses partidarios y divagan en un ambiente de corrupcin. En el mejor de los casos, desconocen los problemas como la pobreza, la marginacin, la exclusin, la opresin, porque no la viven. Por tanto, se debe actuar desde abajo, con los medios que sean ms propios y directos, sin delegar o relegar los intereses colectivos. Con cierta "espontaneidad organizada", es decir, colectivamente, pero con cierta inmediatez y espontaneidad. Esto permite mayor fluidez y adaptabilidad, frente a posturas fijas y esquemticas.
3.- En la Asamblea, que ha sido una constante en la praxis, tanto holstica como anarquista. Si bien para las tendencias individualistas del Anarquismo esto ha parecido otro dominio sobre el individuo, en la asamblea espera hallar el anarquista un espacio libre y de concepcin holstica para encontrarse, opinar, tomar decisiones sobre los temas que le ataen y planificar su ejecucin. Todos estn llamados a participar, sin exclusiones, porque los problemas son de afectacin comn y deben, en consecuencia, resolverlos. La manera de hacer anarquista busca en esto la unanimidad o el consenso. Sin duda, eso retrasa las discusiones y las hace ms amplias, pero con el consenso se tiene la garanta de que no hay exclusiones y que lo decidido es de aceptacin comn, como en las sociedades holsticas.
4.- En el Espritu Libertario e Igualitario. Es la gran propuesta del Anarquismo: la libertad. Pero no como la entiende la derecha o los conservadores, que sospechan siempre de la libertad y, en todo caso, piensan en una libertad con desigualdad, donde "Todos somos iguales, pero unos son ms iguales que otros" (La rebelin en la granja, de G. Orwell (1945) En el Anarquismo se piensa que la libertad es presupuesto imprescindible para una relacin humana. Sin libertad no hay posibilidad de crecimiento, de profundizacin, de "humanidad". Por eso el Anarquismo siempre ha sido muy crtico del Socialismo de Estado (que en mucho casos termin siendo un capitalismo de Estado), en cuanto que ha sido autoritario, verticalista, "dirigista" y prostituy la participacin al reducirla a mera ejecucin de rdenes tomadas arriba, no discutidas por la base, y que tienen que ser ejecutadas porque supuestamente son en beneficio de las masas'.
Holismo y Neo-Anarquismo van de la mano. El Holismo es el marco terico-espiritual. El Neo-Anarquismo es la estrategia de accin y vida. De esta simbiosis brotarn muchas prcticas en el futuro prximo pero ah estn las coordenadas bsicas de referencia que bien podran denominarse Anarco holstica.
La Quinta Ley del Caos Social, ley de los fractales y la razn.
El caos que plantea la danza dinmica entre la simplicidad y la complejidad, presenta la forma ms evidente de representar esta relacin entre lo simple y lo complejo: est en los grficos fractales. En esta relacin, tambin llamada la geometra de las formas irregulares y de los sistemas caticos, los fractales son el resultado de repetir formas simples ad infinitum, formas que son observables en la naturaleza de las cosas, como por ejemplo, en los helechos o la formacin de los cmulos nubosos. Se afirma que la sociedad es una forma fractal relativamente simple, que emerge de los sueos, deseos, y contribuciones complejas de sus miembros, y como tal, ciertos cambios en un individuo llevados a grandes escalas pueden producir cambios no predecibles. Si se lleva la complejidad demasiado lejos deviene pura casualidad, se comprime lo simple y estalla la complejidad.
La anarqua es fractal' porque es un modelo que hace referencia a las huellas, las pistas, las marcas y las formas realizadas por la accin de los sistemas sociales dinmicos que de alguna manera caotizan' el dintorno y provocan, desde estadios de libertad anrquica, el surgimiento de organizaciones sociales horizontales que se ubican a medio camino entre la simplicidad operativa y la complejidad estructural. Al replicar estas estructuras sociales, la anarqua no hace otra cosa distinta que fractalizar' un sistema social, horizontalizndolo, simplificndolo, transformndolo en un sistema ms humano y eco-sostenible.
La anarqua fractal opera como una estructura disipativa de todo orden de jerarqua humana o de poder preestablecido. Es generadora, por s misma, de sistemas sociales inestables que se originan en la inter-subjetividad de los individuos y que proyectan su efecto disipativo hacia todos los niveles jerrquicos, hasta provocar en la estructura vertical de las sociedades subsumidas por cualquier forma de poder y control, su efecto entrpico. Esta metfora mltiple de lo no lineal hace mapas de la realidad social, que se asemejan a lo rizomtico, y explora el territorio gris entre lo simple y lo complejo, entre lo denso y lo sutil, para asentarse precisamente all.
Entonces, el caos comienza a ser visto en los procesos anrquicos como un locus de mxima informacin y complejidad. La complejidad y la casualidad se transforman en una puerta que conduce hacia el orden anrquico. Cuando estamos frente a sistemas muy complejos (por ejemplo los nmeros irracionales) y su complejidad se vuelve infinita, termina pareciendo un sistema casual y aleatorio. La casualidad es utilizada por personas que desarrollan tareas creativas como detonantes de nuevas creaciones, como la pintura derramada que se transforma en una obra de arte; como una palabra dicha que da origen a un verso magnfico, un gesto que antecede a una coreografa; un error ecuacional simple en la programacin de computadora que provoca un fractal...
Cuando todo parece complicarse, "aparece" el orden de lo simple y viceversa: Cuando todo se simplifica no tarda en aparecer el ordenamiento de lo complejo. Esto sucede porque estas cualidades no estn en los objetos o las situaciones, estn en las interacciones que hay entre ellas y de nosotros con ellas. Al ser humano lo cautiva la simplificacin y esto conduce a estereotipos que categorizan a las personas y a los sentimientos. Se cae en la dicotoma de lo bueno y lo malo. Entonces, desde el poder social preestablecido, vertical y controlador se producen pautas y se generan modelos, pero la anarqua puede romper ese ciclo perverso aplicando el arte de la simplicidad en la paradoja de la complejidad.
La Sexta Ley del Caos Social, o cmo vivir anrquicamente dentro del tiempo.
En la Teora del Caos, esta ley se refiere a los modelos recurrentes e incesantes de la naturaleza. Un fractal es una figura plana o espacial, compuesta de infinitos elementos, que tiene la propiedad de que su aspecto y distribucin estadstica no cambian cualquiera que sea la escala con la que se observe. En la sociedad, las estructuras que se replican a s mismas hacia adentro y hacia afuera de sus lmites, se denominan estructuras fractales' y para comprender su realidad hay que observarla con mirada esttica, o lo que es lo mismo, vivirla dentro de su espacio-tiempo.
Esta sexta ley se refiere a la dificultad de utilizar adecuadamente el tiempo en el mundo "moderno". Se cuestiona la desaparicin de sus cualidades e invita a reconectarnos con l, a vivir el tiempo de manera creativa y no con el tic-tac del reloj. Para lograrlo tenemos de dejar atrs la creencia de que el tiempo es una lnea recta y reconocerla como una lnea fractal, con giros, curvas y arabescos. No es cierto que el tiempo parece detenerse cuando estamos enamorados o tenemos un accidente? No es cierto tambin que se ha mercantilizado el tiempo? Se dice "gast, ahorr, perd" tiempo, como si fuera dinero.
El tiempo se transforma en un rizo que slo tiene significacin a partir del espacio que ocupa en la mente de quienes lo perciben. Cunto dura un beso? Depende de cmo y desde dnde usted lo observa variar en intensidad y en significacin. Si usted es quien besa o es besado/a, la accin en ese tiempo tendr una significacin y una duracin muy distinta entre usted... Y su cnyuge que le observa desde la otra acera! El tiempo de cada sistema, de cada situacin, de cada ser humano es anrquico (lo que equivale a decir que es auto-simblico... subjetivo) y como cada sistema posee su espacio-tiempo, vivir anrquicamente dentro de esos lapsos permitir mayor creatividad y auto organizacin.
La Sptima y ltima Ley del Caos Social, es ley de la nueva percepcin. Volver a unirse con el todo.
La unidad del cosmos envuelve a los seres humanos al igual que a la naturaleza y a todos los fenmenos que ocurren en l. Esta sptima ley reconoce que cada partcula del universo tiene su propia historia, trabaja a partir de ello y tiene una evolucin autnoma, sin embargo, de manera anrquica' todo se unifica para formar una entidad global interdependiente. Participar en el mundo es pensa
Comuniclogo estadounidense con residencia en Venezuela. Licenciado por la Universidad Catlica Andrs Bello de Caracas como Comunicador Social (1975). C.E.O. de Creatividad Estratgica C.A. donde realiza asesoras para la imagen y la identidad corporativa de empresas y corporaciones y disea campaas persuasivas para personalidades, ONG's y partidos polticos. Profesor universitario y escritor. Es autor de 5 novelas, 2 libros de cuentos breves y 5 de poesas, as como tambin de dos ensayos: 'Teora del Caos Social' y 'Leyes y Principios Estratgicos de la Guerra Comunicacional', sobre los que versan sus conferencias internacionales. (Articuloz SC #3162633)