subject: La Vida De Las Palabras [print this page] La vida de las palabras. La vida de las palabras.
Hace tiempo hay gente sosteniendo que las palabras tienen vida propia, que nacen para vivir un destino incierto al igual que nosotros. Me imagino que es una metfora para mejor explicar el cambio que con los aos va teniendo su significado, pronunciacin y escritura. Los que dicen de esta manera no toleran obstculo ni lmite en el ejercicio de la libertad de pensamiento hablado o escrito. Argumentan que si aceptan el freno debern hacerlo con otros abusos, saben que ceo fruncido y severidad pueden llegar a ser anticipos de exigencias mas ntimas que una vez soportadas despojan la fineza de nuestro espritu, estropendolo con el pretexto del respeto al canon.
Hay otros que estn en las antpodas y forcejean con el lenguaje de la calle tratando de establecer su control absoluto. Para ellos las palabras tienen una forma y un fondo inmutables, que deben ser observados y practicados con rigurosidad absoluta.
La mayora de las veces estoy con unos, y en escassimas otras con los otros.
Los primeros, liberales de tomo y lomo, se mueven con la velocidad de las partculas subatmicas llegando a adjudicarse la creacin de nuevas palabras, es el caso del alemn Fritz Jahr que invent la palabra biotica.
Menciono a Jahr, telogo protestante, filsofo y educador alemn por su formidable neologismo -bio-ethik, en lengua de origen- y la potencia significativa que contiene, que lo mantendr vivo quizs por cuanto tiempo.
En el extremo opuesto suele ocurrir que algunas palabras y la preciosa carga de ideas que trasladan llegan a envejecer y morir. Espectrales, pasan largo tiempo hasta que vienen los literatos y las resucitan dndoles otra vez vida al sacarles brillo con esmero y ponerlas al tanto de lo que ha pasado mientras estuvieron muertas, as buscan impedir un retorno a la circulacin donde sean tomadas por rarsimos vocablos.
Para muchos, los literatos son responsables de mantener el crisol incandescente en que nacen, viven y reviven las palabras. El lenguaje de la calle aporta lo suyo con energa, reciedumbre y extraordinaria fuerza narrativa, siempre necesitado de expresarse simblicamente ante el conflicto social del cual se hace parte al desbordar la marginalidad y aislamiento que existe en las sociedades urbanas.
Tarde o temprano el literato se ve compelido a intervenir en la pugna entre el vernculo y el lenguaje de la calle, su trnsito por este territorio pondr a prueba la lucidez de sus palabras al registrar el segmento mas vivo de la historia privada de los pueblos.
