El aeropuerto valenciano de Manises opera a la mitad de su capacidad y, aun as, va a menos. No se entiende, pues, que en este pas, que no es Estados Unidos, exista medio centenar de aeropuertos y alguno ms est en construccin. El ltimo fiasco es el de Ciudad Real, capaz de que aterrice en l hasta el gigantesco Airbus A-380, y que se encuentra en quiebra tcnica. En l enterr 400 millones Caja Castilla-La Mancha, lo que precipit la ruina de la entidad financiera. No les cuento, pues, lo que puede pasar con el de Castelln, a punto de finalizarse. Proyectado para una cifra de turistas inalcanzable, los cuales visitaran el inexistente complejo de ocio Mundo Ilusin, constantemente pospuesto, su rentabilidad parece imposible. Por cierto: en plena crisis, el invento aeroportuario le costar al erario valenciano la friolera de 200 millones. Les explico todo esto para que en Salamanca no se hagan demasiadas ilusiones con Matacn. Pero tampoco con los otros tres aeropuertos de la Comunidad de Castilla y Len. Volar ha dejado de ser una ventaja para convertirse en un incordio: asientos cada vez ms incmodos, disminucin de prestaciones a los pasajeros, trmites de embarque ms premiosos No slo hay que llevarse el bocata de casa para comer en el avin, sino que las compaas ya piensan en cobrarnos a los viajeros hasta por orinar. Luego, claro, est lo de la seguridad. Menos desnudarnos antes del embarque aunque todo llegar, en los controles nos someten a todo tipo de humillaciones y toqueteos. No digo que sea innecesario, tal como estn las cosas, pero no resulta en absoluto placentero, incluido el tener que rehacer el equipaje de mano, en el que nos han revuelto hasta las fotos de la primera comunin. Lo paradjico es que en los trenes, donde se han cometido ms atentados que en los aviones, a los usuarios no nos practican un escrutinio tan exhaustivo. Otra ventaja ms del ferrocarril. Con el aumento de la red ferroviaria, los trenes de alta velocidad y la modernizacin de la estaciones, hoy da lo de viajar en avin es un atraso. Para qu, pues, seguir construyendo aeropuertos cuando, adems, ya no le queda un duro al Estado?About the Author:
Enrique Arias Vega (Bilbao) es un periodista y economista espaol.
Diplomado en la Universidad de Stanford, lleva escribiendo casi cuarenta aos. Sus artculos han aparecido en la mayor parte de los diarios espaoles, en la revista italiana "Terzo Mondo" y en el peridico "Noticias del Mundo" de Nueva York.
Entre otros cargos, ha sido director de "El Peridico" de Barcelona, "El Adelanto" de Salamanca, y la edicin de "ABC" en la Comunidad Valenciana, as como director general de publicaciones del Grupo Zeta y asesor de varias empresas de comunicacin.
En los ltimos aos, ha alternado sus colaboraciones en prensa, radio y televisin con la literatura, habiendo obtenido varios premios en ambas labores, entre ellos el nacional de periodismo gastronmico "lvaro Cunqueiro" (2004), el de Novela Corta "Ategua" (2005) y el de periodismo social de la Comunidad Valenciana, "Convivir" (2006).
Sus ltimos libros publicados han sido una compilacin de artculos de prensa, "Espaa y otras impertinencias" (2009), y otra de relatos cortos, "Nada es lo que parece" (2008). Es autor, tambin, entre otras obras, de la novela "El ejecutivo" (2006), de la que ya van publicadas tres ediciones, de "Ir contra corriente" (2007), "Valencia, entre el cielo y el infierno" (2008) y una antologa de semblanzas bajo el ttulo de "Personajes de toda la vida" (2007).
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